El Instituto de Salud Pública (ISP) aprobó la vacuna de origen ruso Sputnik V para ser utilizada de emergencia en Chile, sumándose a las cinco otras dosis elaboradas por distintos laboratorios en la lucha contra el Covid-19.
La información fue confirmada por el director (s) del organismo, Heriberto García, quien notificó que la decisión fue tomada gracias a cinco votos a favor, dos abstenciones y tan solo un rechazo, permitiendo la implementación de la fórmula que debe contar con dos dosis para completar su esquema, al igual que Pfizer, Sinovac y AstraZeneca.
“Damos por aprobada la vacuna para mayores de 18 años, sin límite de edad superior y esta es una sexta vacuna que va a estar disponible para que el Gobierno de Chile, cuando estime conveniente, vea la forma y haga las importaciones para ser parte del Programa Nacional de Inmunizaciones, siempre y cuando requiera de esta vacuna”, detalló la autoridad.
Respecto a la eficacia de la dosis, detalló que “tiene, y es sabido por todo el proceso de evaluaciones que tienen los estudios clínicos, un 91,6% de eficacia después de una segunda dosis y 21 días después de esta segunda dosis”.
POSIBLE REFUERZO
Ante la necesidad y estudios para comenzar la inoculación de una eventual tercera dosis para reforzar los anticuerpos contra el Covid-19, García manifestó que Sputnik V puede cumplir con esa función, ya que “lo que se está viendo ahora es la necesidad, probablemente, de generar refuerzos y en ese sentido la vacuna Sputnik podría ser un refuerzo”.
En esa línea, eso sí, aclaró que “siempre en la lógica de querer aumentar la cantidad de anticuerpos neutralizantes y, de esa manera, avanzar a que la vacuna nos permita el Covid cero, es decir, que nos permita evitar los contagios”.
“Si nosotros tenemos un alto nivel de anticuerpos en nuestro organismo y toda la gente que está en nuestro alrededor también tiene esa cantidad alta de anticuerpos, es muy improbable que el virus se replique. Eso es lo que ayuda y las cargas virales, en el fondo, disminuyen si nosotros tenemos una alta cantidad de anticuerpos”, argumentó.
VOTACIÓN EN CONTRA
Consultado por el único voto rechazo y las dos abstenciones para autorizar la implementación de la vacuna rusa, García explicó que “fueron muy similares, desde el punto de vista de la necesidad de que existan mayores antecedentes respecto a la duración de la eficacia de esta vacuna, principalmente porque los estudios clínicos se hicieron bastante acelerados”.
Y añadió que en los estudios “al día 42 se pidió la inmunogenicidad y de ahí no se han tenido mayores resultados, a diferencia de otros estudios clínicos que han ido avanzando y que, por lo tanto, han permitido ir sabiendo que la inmunidad dura más tiempo”.
“A medida que vayamos aprobando vacunas, las exigencias claramente van a ser mayores y esto paso porque en el fondo tenemos más conocimiento de las vacunas anteriores. Al principio, la primera vacuna, se aprueba con mucha mayor facilidad porque también se sabe que en el fondo era la necesidad única de tener una vacuna para empezar a inocular a los chilenos”, expuso.