Llegando la primavera tenemos una mayor disponibilidad de frutas y verduras, las que son importantísimas para mantener una alimentación saludable y equilibrada, ya que son grandes aportadores de vitaminas, minerales y fibra.
En esta temporada, que se caracteriza por una gran variedad de alimentos, aparece el melón, durazno, cereza, frutilla, kiwi, grosella, arándanos, frambuesas, sandía, membrillo, papaya, piña, manzana y naranjas, por parte de las frutas. En cuanto a las verduras, encontramos los pimientos, pepinos, zapallitos italianos, zapallo, papa, ajo y cebolla, que también podemos observarlos durante el año.
Para Alejandra Reyes, nutricionista de Clínica Tabancura, “los frutos berries son importantes aportadores de fibra, vitamina C y antioxidantes, por lo que se les atribuyen además propiedades de mejorar el sistema inmune, favorecer el tránsito intestinal y ayudar al control de la dislipidemia”, afirma la especialista.
Según la nutricionista, la importancia de los alimentos primaverales radican en el aporte vitamínico para el organismo, tales como:
Vitamina A: cumple funciones de formación y mantención de tejidos blandos, dientes, y mucosas, además está presente en frutas y verduras como caroteno, que es un potente antioxidante.
Vitamina B6: favorece el mejor funcionamiento del sistema inmune al participar en procesos de síntesis proteica, salud cerebral y formación de glóbulos rojos
Vitamina C: es conocida por su poder antioxidante, ser ayudante en procesos de cicatrización y favorecer la absorción de hierro
Vitamina E: es un antioxidante que juega un rol importante en los procesos metabólicos y del sistema inmune
La especialista estima que, para el crecimiento, es esencial el consumo de al menos tres a cinco porciones de frutas y verduras distintas al día, variando de colores. Es importante estimular a los más pequeños para el consumo diario de frutas y verduras para lograr el aporte de vitamina A, B, C Y E. “Todos los días deberíamos considerar al menos dos porciones de frutas y dos a tres porciones de verduras, idealmente variando entre alimentos crudos, muy bien lavados y desinfectados, y los cocidos, respetando tiempos cortos de cocción o métodos como al vapor para intentar retener el máximo de vitaminas y minerales disponibles”, señala la nutricionista.
Por otra parte, en cada comida se debe incluir alguno de los alimentos ya mencionados, para comenzar a recibir el aporte nutritivo en el desayuno, para luego comer la colación incorporando frutas, y considerando el almuerzo y cena para incorporar verduras.
Para Alejandra, la gran ventaja de consumir los alimentos primaverales en su estacionalidad, es que se obtienen con mejor sabor, mejor precio y se genera un apoyo de sustentabilidad. Es así que el llamado es a consumir frutas y verduras respetando su estacionalidad, aportando así con los desafíos del cambio climático.
Para Alejandra Reyes, nutricionista de Clínica Tabancura, “los frutos berries son importantes aportadores de fibra, vitamina C y antioxidantes, por lo que se les atribuyen además propiedades de mejorar el sistema inmune, favorecer el tránsito intestinal y ayudar al control de la dislipidemia”, afirma la especialista.
Según la nutricionista, la importancia de los alimentos primaverales radican en el aporte vitamínico para el organismo, tales como:
Vitamina A: cumple funciones de formación y mantención de tejidos blandos, dientes, y mucosas, además está presente en frutas y verduras como caroteno, que es un potente antioxidante.
Vitamina B6: favorece el mejor funcionamiento del sistema inmune al participar en procesos de síntesis proteica, salud cerebral y formación de glóbulos rojos
Vitamina C: es conocida por su poder antioxidante, ser ayudante en procesos de cicatrización y favorecer la absorción de hierro
Vitamina E: es un antioxidante que juega un rol importante en los procesos metabólicos y del sistema inmune
La especialista estima que, para el crecimiento, es esencial el consumo de al menos tres a cinco porciones de frutas y verduras distintas al día, variando de colores. Es importante estimular a los más pequeños para el consumo diario de frutas y verduras para lograr el aporte de vitamina A, B, C Y E. “Todos los días deberíamos considerar al menos dos porciones de frutas y dos a tres porciones de verduras, idealmente variando entre alimentos crudos, muy bien lavados y desinfectados, y los cocidos, respetando tiempos cortos de cocción o métodos como al vapor para intentar retener el máximo de vitaminas y minerales disponibles”, señala la nutricionista.
Por otra parte, en cada comida se debe incluir alguno de los alimentos ya mencionados, para comenzar a recibir el aporte nutritivo en el desayuno, para luego comer la colación incorporando frutas, y considerando el almuerzo y cena para incorporar verduras.
Para Alejandra, la gran ventaja de consumir los alimentos primaverales en su estacionalidad, es que se obtienen con mejor sabor, mejor precio y se genera un apoyo de sustentabilidad. Es así que el llamado es a consumir frutas y verduras respetando su estacionalidad, aportando así con los desafíos del cambio climático.