La Fiscalía Regional de La Araucanía solicitó presidio perpetuo calificado para nueve de los doce imputados por el caso de secuestro y homicidio ocurrido en junio del año pasado en la comuna Collipulli, en la Región de La Araucanía. Para el resto, el ente persecutor pedirá penas que llegan a sumar 27 años de cárcel.

El hecho conmocionó a la región dada la violencia perpetrada en contra de las dos víctimas, una de las cuales perdió la vida y de sus restos solo se pudieron recuperar cenizas. La otra logró escapar gracias al descuido de los captores.

Según los antecedentes del Ministerio Público, el crimen se remonta a la madrugada del 12 de junio de 2021, cuando los acusados se reunieron en un domicilio ubicado en la comunidad Choin Lafkenche, emplazada en sector Victoria Unida. El encuentro fue para descifrar la sustracción de varias armas de fuego y de una cantidad indeterminada de marihuana que había sido ocultada en un predio..

Allí los involucrados sindicaron la responsabilidad en E.E.A.M., de 28 años, quien había realizado arreglos en el lugar. “Con el objeto de recuperar las armas y la droga, todos los imputados ya mencionados, acordaron ubicar a E.A.A.M y forzarlo para que devolviera las especies o indicara el lugar donde éstas se encontraban”, indica el documento ingresado por Fiscalía.

E.A.A.M. fue inmovilizado y llevado a una bodega para ser torturado y interrogado, donde siguió siendo golpeado e incluso apuñalado. Luego fue trasladado a un cobertizo, donde siguió sin entregar información sobre el paradero de las especies.

En ese escenario, el grupo secuestró el 7 de junio a una segunda víctima identificada como E.C.M.B., de 46 años, quien supuestamente tendría mayores antecedentes del robo.

A este último lo desnudaron y comenzaron a golpearlo en diferentes partes del cuerpo, propinándole golpes con sus pies, puños y con palos. “La imputada Julieta Pérez Ancalaf utilizando un alicate le extrajo 4 piezas dentales y con el mismo elemento le realizó varios cortes en las orejas”, se extrae del texto.

E.A.A.M. logró escapar gracias a un descuido de los secuestradores, ante lo cual acudió a un inmueble aledaño para luego constatar lesiones a Carabineros, siendo derivado al hospital de Collipulli. Actualmente es el principal testigo de la causa y se encuentra bajo tratamiento psicológico.

Ante la fuga, los imputados sometieron a tormentos y vejaciones a la segunda víctima, los que terminaron causándole la muerte. Los imputados intentaron esconder y disolver su cuerpo con elementos de uso químico, sin éxito, tras lo cual procedieron a incinerar sus restos, vestimentas y otro tipo de evidencias.