Actualmente las abejas sufren una crisis a nivel mundial. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) este tipo de insecto ha disminuido su población a lo largo del planeta debido a causas como la pérdida del hábitat, las prácticas agrícolas intensivas, los cambios en los patrones climáticos y el uso indiscriminado de pesticidas en los cultivos.
Sin embargo, en la Región de Valparaíso existe una persona que ha dedicado gran parte de su vida al estudio y protección de las abejas silvestres. Se trata de la profesora Luisa Ruz, quien está a cargo de la “Colección de Abejas de la PUCV”, la que es catalogada como la más grande de Chile y una de las más completas de Latinoamérica.
Según Ruz, la colección cuenta con más de 60 mil ejemplares; todos ellos chilenos y silvestres. “La abeja de la miel es una abeja introducida en nuestro país; nosotros sólo trabajamos con especies nativas y silvestres. Según lo que hemos podido estudiar en nuestro país existirían cerca de 478 especies de abejas silvestres”, detalla.
La colección de la cual la profesora Ruz es actualmente la curadora comenzó a gestarse allá por el año 1956, cuando el profesor Haroldo Toro comenzó a trabajar como docente en el Instituto de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso para hacerse cargo del Laboratorio de Zoología.
“Yo era estudiante del Instituto de Biología de la PUCV y fue ahí cuando conocí al profesor Toro. Con él y otros alumnos comenzamos a formar esta colección recolectando abejas silvestres en distintas partes de la región y de Chile”, relata Luisa Ruz.
Con el correr de los años y con la muerte del profesor Toro en el año 2000, Ruz se convirtió en la curadora oficial de la colección. Para ella “la colección no tiene precio, pero si la lleváramos a moneda, el precio sería sumamente alto, porque hay especies que probablemente ya no existen debido a los cambios que ha sufrido el planeta en cuanto al clima”.
“La importancia de las abejas en nuestro actual sistema de vida es sumamente grande, ya que ellas son las que nos permiten obtener frutos a través de la polinización. En esta colección contamos con abejas nativas y silvestres; no son abejas sociales como las de miel”, afirma.
La profesora agrega que “las personas, cuando uno les habla de abejas, inmediatamente piensan en abejas de miel, pero las abejas silvestres son muy poco conocidas por la gente. En general son muy pequeñas, no son fáciles de detectar en el medio ambiente y tampoco el hombre las maneja; no son como las de miel que el hombre las puede manipular”.
En la actualidad el cambio climático ha mermado de manera considerable el trabajo de la profesora Ruz. “En el mes de octubre nosotros solíamos salir mucho para recolectar abejas, pero si ahora vamos al mismo lugar es muy probable que no encontremos nada, por lo mismo es que esta colección hay que cuidarla porque es un tesoro. La colección no sólo es patrimonio de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, sino que también de la región de Valparaíso y de Chile. Tiene un valor tremendo”.