Durante los últimos dos años, el economista ha focalizado su atención en constituir Ciudadanos, un partido político que “pretende ser alternativa para los que están cansados del duopolio de poder”. Así lo define su propio presidente en entrevista con La Nación, asegurando que “no cualquiera puede ser candidato, pero un candidato puede provenir de cualquier parte”.
“Creemos que la política en Chile no tiene que estar limitada a dos viejas coaliciones que actualmente, si uno mira las encuestas, no alcanzan el 20% de apoyo y cada una posee más del 70% de rechazo. Como me dijo una señora de una heladería, la política en Chile ofrece chocolate y vainilla, pero si te gusta la frutilla no tienes alternativa. Nosotros queremos una política con muchos colores y sabores”, argumenta.
A la hora de explicar qué características deben cumplir los representantes de Ciudadanos, Velasco enfatiza que “no hay una fórmula única, al revés, lo que nos gusta es que hemos recibido propuestas de candidatos muy diversos. Aunque sí o sí tienen que haber dos factores en común: ser buenas personas y tener buenas ideas”.
Pero el camino no fue fácil, pues el exprecandidato acusa que el sistema pone incontables trabas a los movimientos que no se encuentran bajo el alero de las dos grandes coaliciones.
“Vemos con preocupación que partidos políticos se han vuelto aglomeraciones de intereses, en que todo opera con la calculadora. En este sentido, pasar de ser un movimiento a oficialmente constituirnos como partido no fue fácil, porque la ley está hecha para que nos costara. Hecha para que los partidos grandes sigan dominando y dejen afuera a los chicos. Pese a esto, lo logramos. No solo nosotros, varios partidos lo lograron. Fue un proceso largo, pero lindo”, remarca.
– ¿Usted será el que encabece a Ciudadanos en la papeleta presidencial?
– En la segunda semana de mayo anunciaremos quiénes van de candidato y por dónde. Ahora, te adelanto que nuestro foco va a estar en las parlamentarias, porque queremos competir desde abajo. Creemos en la política de hacer las cosas bien y las grandes batallas se darán en el Congreso, pues va ser un Congreso muy distinto, sin binominal, donde un parlamentario más para uno u otro lado puede ser súper determinante. Ahí espero estar.
“No creemos en la política instantánea como el café instantáneo, por eso nos hemos propuesto hacer las cosas bien, y eso implica primero inscribir los partidos, esperar el veredicto final del Servel y después elegir democráticamente a nuestros candidatos. Estamos confiados en que vamos a lograr sacar dos o tres senadores y al menos seis o siete diputados, pues hemos hecho el trabajo necesario en terreno, pero también el trabajo numérico para estar convencido de que nuestras metas se pueden cumplir”, complementa.
– ¿Ciudadanos posiblemente no lleve candidato presidencial?
– Es una decisión que no está tomada y no quiero especular al respecto, porque estas decisiones las tomaremos democráticamente y no a dedo. Pero entendemos muy bien que hay más de una manera de servir a Chile, que la única manera de hacer valer tus ideas no es en La Moneda, sino en el Congreso. Y además, los partidos nuevos que quieren tener una vida prolongada en la política deben enraizarse en la sociedad y las instituciones, partiendo por el Congreso.
– Al respecto, ¿cuáles son sus aspiraciones personales plazo?
– Mis aspiraciones son bastante sencillas. Le he dedicado los últimos dos años de mi vida a tratar de ayudar a echar a andar este partido y voy a seguir en lo mismo. Y si colectivamente decidimos que yo vaya al Congreso u a otro cargo, así lo haré.
“NO TRABAJO DESDE LA LÓGICA DE IZQUIERDA Y DERECHA”
Si bien Velasco cumplió con su compromiso de hacer campaña por Michelle Bachelet tras perder las primarias, ya consumado el triunfo de la actual Presidenta se desvinculó totalmente de la Nueva Mayoría, impulsado por las ganas de crear su propio proyecto político. En este camino se cruzó con Amplitud, partido fundado por varios ex Renovación Nacional, con quien formó la coalición Sentido Futuro, ratificando su cercanía con ciertos sectores de la derecha.No obstante, el también académico asegura que hablar de izquierda o derecha “es algo retrógrado para estos tiempos”. Por lo mismo, no tiene reparos en defender su alianza con el partido que encabeza la senadora Lily Pérez.
“Si me preguntan por qué con Amplitud, porque ellos estuvieron dispuestos a cruzar el charco. Por más de una generación los chilenos hemos estado divididos entre el Sí y el No, entre la izquierda y la derecha, obviamente esa decisión tiene raíces históricas, pero no tiene por qué perpetuarse por siempre. Yo no trabajo desde esa lógica”, expresa.
Y después de meditar su respuesta por unos segundos, agrega: “Más que el pasado, lo que nos importa es el presente. Hemos visto a la gente de Amplitud, no solamente hablando, sino actuando de una manera coherente con nuestras ideas. Te doy ejemplos, ¿quién puso los votos en el Congreso para aprobar el Acuerdo de Unión Civil? Amplitud. ¿Quién puso los votos en las comisiones para aprobar aborto con tres causales específicos? Amplitud. Han dado muestras más que suficientes de estar dispuestos a constituir una alternativa moderna, liberal. Lo mismo Red Liberal”.
En este sentido, el exministro sostiene que los votos que esperan capturar en las elecciones de noviembre no son partidistas, sino de gente que “concuerda con nuestras ideas y aspiraciones”.
“Si miramos quiénes han firmado por Ciudadanos, hay mucha gente que dice ‘hace falta un partido que se la juegue por la clase media’. El actual gobierno ha otorgado bonos a los más desfavorables, el gobierno de derecha privilegió ciertos cambios empresariales, pero quién realmente representa a la clase media”, añade.
– ¿El principal objetivo de Ciudadanos es reencantar al votante de clase media?
– Lógico, pues a diario vemos familias de clase media que dicen, con mucho orgullo, que tomaron un crédito hipotecario para tener su casa. Esas familias dependen que la economía ande bien, que los adultos no pierdan su empleo, que las tazas de intereses no se disparen. A esa clase media, moderna, igualitaria, abierta de mente, pero también súper exigente en materia de la calidad de las políticas públicas, no le podemos fallar.
“EL GOBIERNO DE LA NUEVA MAYORÍA HIZO TODO AL TUNTÚN”
Sin desmerecer la experiencia ganada como ministro de Hacienda en el primer gobierno de Bachelet, Velasco ha manifestado en más de una ocasión que “cada vez se siente más opositor a la administración de la Nueva Mayoría”.Al momento de explicar aquel desencanto, afirma que él no ha cambiado su postura, pero sí la coalición ya no tiene la misma esencia: “Yo estoy parado exactamente donde he estado siempre. Me sentí cómodo en la alianza de la centro izquierda mientras el centro se vio representado”.
¿Qué cambió en esa coalición? En este gobierno, al centro le pasaron por encima la retroexcavadora. Y en ese sentido devuelvo la pregunta: ¿Qué le pasó a esa coalición de centro izquierda que dejó de ser centro izquierda? ¿Qué le pasó a esa coalición que discutía sobre ideas de futuro y actualmente se discute de cargos, de cupos y cuotas? ¿Qué le pasó a esa coalición que en los ’90 logró que Chile creciera a un 7% y ahora no logra ni siquiera el 1,5%? Los que cambiaron fueron ellos, no yo”, enfatiza.
– ¿Cuáles son las diferencias entre el 1er y 2do gobierno de la Presidenta Bachelet?
– Lo resumo de la siguiente manera: en el primer gobierno de Michelle tratamos de hacer pocas cosas bien, el actual gobierno ha hecho muchas cosas mal.
“Hicimos una reforma de pensiones, que por supuesto no resolvió todos los problemas de Chile, pero ha sido reconocida por moros y cristianos como una reforma bien hecha. Enfrentamos la principal crisis económica que ha tenido el mundo en el último siglo y salimos bien parados de ella. Redibujamos la política de vivienda, redibujamos la política de educación temprana y salas cunas. Hicimos cuatro o cinco cosas pero las hicimos bien. Fueron políticas bien pensadas, bien desarrolladas y bien financiadas, que hasta el día de hoy siguen operando bien. Por contaste, este gobierno abordó muchas cosas y terminó haciendo prácticamente todas al tuntún”, complementa.
– ¿Qué es lo peor que ha hecho el gobierno de la Nueva Mayoría?
– Qué no ha hecho mal. La reforma educacional es un ejemplo básico, donde se gastaron miles de millones de dólares y al final los estudiantes se declaran inconformes, los rectores lo están, los padres y apoderados están disconformes. Es muy difícil utilizar esa cantidad de recursos y que todos estén disconformes. Eso te dice que se hicieron las cosas mal, que se actuó más para la galería que para el bienestar de las familias.