Un equipo de expertos checos en nanotecnología ha regenerado, por primera vez, una glándula timo con ayuda de nanofibras, lo que serviría para curar ciertas inmunodeficiencias, informó este lunes la directora del grupo, Liliana Berezkinova.
El timo es el órgano principal del sistema linfático, localizado en el esternón y segrega los linfocitos T, unas células imprescindibles para combatir invasores externos.
En ciertos casos, como pacientes que han sufridos trasplantes, que fueron sometidos a quimioterapia o que tienen alergias, esta glándula resulta afectada y tiene que ser regenerada o trasplantada, algo que podría solucionarse gracias a esta innovación en el campo de la bioingeniería.
“Al principio no se sabía si era posible regenerar el timo con la ayuda de los nanotejidos, y se ha confirmado que sí”, explicó Berezkinova sobre el resultado de un proyecto que comenzó su andadura en 2012.
La investigadora, que dirige la empresa tecnológica Nanopharma, pionera en este campo, adelantó que en el otoño europeo, que empieza en septiembre, comenzarán los experimentos preclínicos con animales.
“Para la investigación médica, es una noticia significativa, ya que supone un avance en el ámbito de ingeniería de tejidos y aplicación de los soportes basadas en nanofibras“, dijo.
Sin embargo, Berezkinova reconoció que será todavía necesario esperar “unos años” para los análisis clínicos y confirmar la seguridad y eficacia del hallazgo, lo que supone encontrar además un socio estratégico.
El timo es el órgano principal del sistema linfático, localizado en el esternón y segrega los linfocitos T, unas células imprescindibles para combatir invasores externos.
En ciertos casos, como pacientes que han sufridos trasplantes, que fueron sometidos a quimioterapia o que tienen alergias, esta glándula resulta afectada y tiene que ser regenerada o trasplantada, algo que podría solucionarse gracias a esta innovación en el campo de la bioingeniería.
“Al principio no se sabía si era posible regenerar el timo con la ayuda de los nanotejidos, y se ha confirmado que sí”, explicó Berezkinova sobre el resultado de un proyecto que comenzó su andadura en 2012.
La investigadora, que dirige la empresa tecnológica Nanopharma, pionera en este campo, adelantó que en el otoño europeo, que empieza en septiembre, comenzarán los experimentos preclínicos con animales.
“Para la investigación médica, es una noticia significativa, ya que supone un avance en el ámbito de ingeniería de tejidos y aplicación de los soportes basadas en nanofibras“, dijo.
Sin embargo, Berezkinova reconoció que será todavía necesario esperar “unos años” para los análisis clínicos y confirmar la seguridad y eficacia del hallazgo, lo que supone encontrar además un socio estratégico.
