Si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tenia frentes abiertos por todo el mundo, pues ahora sumo uno en su propio país: El mundo de los deportistas profesionales.
Todo comenzó el pasado viernes de noche. Frente a unas 10.000 personas -todas seguidoras de Trump- en el estado sureño de Alabama, el mandatario generó animadas ovaciones al criticar a Corea del Norte y a su excontrincante electoral Hillary Clinton, luego de que esta concluyera que que estaba “segura” de la intervención rusa en las elecciones el día del lanzamiento de sus memorias.
Luego de los estruendosos aplausos de la parcialidad, el magnate las emprendió contra los jugadores de la liga profesional de Fútbol Americano (NFL) los cuales -algunos- han iniciado una protesta silenciosa por asuntos sociales.
“¿No amarían que los dueños de uno de estos (equipos) de la NFL, al ver que alguien le falta el respeto a nuestra bandera, diga: ‘Saquen a ese hijo de p… de la cancha ahora mismo: está despedido’?”, declaró Trump en Alabama,
Las palabras de Trump eran una clara alusión a una serie de protestas iniciadas hace un año por el mariscal de campo de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick.
¿De qué se trata la protesta? Kaepernick se quedaba sentado o arrodillado y se negaba a cantar el himno nacional en protesta por la discriminación sufrida por los afroamericanos en el país.
El quarterback lideró a los San Francisco 49ers al Super Bowl de 2013, pero desde que comenzó con esta cruzada, sus participaciones en el equipo de California fueron decayendo hasta finalmente quedar sin club para la temporada 2017.
La cruzada del jugador de San Francisco no sólo se quedo en personal. Muchos jugadores de la liga, la mayoría afroamericanos, se unieron al gesto de Colin. El domingo, los equipos Seattle Seahawks y Tennessee Titans no se presentaron para cantar el himno antes de que empiece su juego.
Horas después, los Pittsburgh Steelers hicieron lo mismo en Chicago. El béisbol tampoco quedo al margen ya que el jugador Bruce Maxwell, de los Oakland Athletics, fue el primer jugador de las Grandes Ligas de Béisbol en arrodillarse durante el canto del himno de EE.UU.
La tradición establece que el presidente de Estados Unidos reciba al equipo campeón de uno de los deportes profesionales más populares (básquetbol, fútbol americano o béisbol) en las semanas o meses siguientes a la obtención del título.
“Ir a la Casa Blanca está considerado un gran honor para un equipo. Stephen Curry duda, entonces se retira la invitación”, declaró el presidente estadounidense en un mensaje en Twitter.
“Es evidente, no nos vamos a precipitar a tomar una decisión cuya significación hay que sopesar”, dijo. “Tenemos la oportunidad de hacer una declaración que, esperemos, estimule la unidad, nos impulse a considerar lo que significa ser estadounidense y luchar por algo”.
“No quiero ir” a la Casa Blanca, confirmó un poco más tarde el base de los Warriors.
Otro jugador emblemático del equipo, Kevin Durant, había anunciado en agosto que boicotearía una eventual visita a la Casa Blanca. “No respeto a la persona que ocupa el cargo en este momento, no estoy de acuerdo con él, al no concurrir allí quiero hacer oir mi voz”, explicó.
Según Durant, el recelo hacia Trump creció a mediados de agosto cuando el presidente estadounidense puso en pie de igualdad a los supremacistas blancos y a los antifascistas a raíz de los episodios de violencia en Charlottesville, donde un simpatizante neonazi mató a una contramanifestante atropellándola con su vehículo.
El efervescente estilo de Trump abrió un nuevo flanco, esta vez en su propio país. Con una temporada que aun no empieza en ninguna de las cuatro grandes ligas estadounidenses (MLB, NHL, NFL Y NBA) , el panorama para el mandatario no es el mas optimista.
Texto con información de la Agencia AFP
Todo comenzó el pasado viernes de noche. Frente a unas 10.000 personas -todas seguidoras de Trump- en el estado sureño de Alabama, el mandatario generó animadas ovaciones al criticar a Corea del Norte y a su excontrincante electoral Hillary Clinton, luego de que esta concluyera que que estaba “segura” de la intervención rusa en las elecciones el día del lanzamiento de sus memorias.
Luego de los estruendosos aplausos de la parcialidad, el magnate las emprendió contra los jugadores de la liga profesional de Fútbol Americano (NFL) los cuales -algunos- han iniciado una protesta silenciosa por asuntos sociales.
“¿No amarían que los dueños de uno de estos (equipos) de la NFL, al ver que alguien le falta el respeto a nuestra bandera, diga: ‘Saquen a ese hijo de p… de la cancha ahora mismo: está despedido’?”, declaró Trump en Alabama,
Las palabras de Trump eran una clara alusión a una serie de protestas iniciadas hace un año por el mariscal de campo de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick.
¿De qué se trata la protesta? Kaepernick se quedaba sentado o arrodillado y se negaba a cantar el himno nacional en protesta por la discriminación sufrida por los afroamericanos en el país.
El quarterback lideró a los San Francisco 49ers al Super Bowl de 2013, pero desde que comenzó con esta cruzada, sus participaciones en el equipo de California fueron decayendo hasta finalmente quedar sin club para la temporada 2017.
La cruzada del jugador de San Francisco no sólo se quedo en personal. Muchos jugadores de la liga, la mayoría afroamericanos, se unieron al gesto de Colin. El domingo, los equipos Seattle Seahawks y Tennessee Titans no se presentaron para cantar el himno antes de que empiece su juego.
Horas después, los Pittsburgh Steelers hicieron lo mismo en Chicago. El béisbol tampoco quedo al margen ya que el jugador Bruce Maxwell, de los Oakland Athletics, fue el primer jugador de las Grandes Ligas de Béisbol en arrodillarse durante el canto del himno de EE.UU.
LA GRAN POLÉMICA: “SIN INVITACIÓN A LA CASA BLANCA PARA LOS WARRIORS”
Trump anunció el sábado que no invitaría a la Casa Blanca a los Golden States Warriors, campeones de la NBA. ¿La razón? Varias estrellas del equipo anunciaron que boicotearían esa visita para protestar contra el presidente estadounidense.La tradición establece que el presidente de Estados Unidos reciba al equipo campeón de uno de los deportes profesionales más populares (básquetbol, fútbol americano o béisbol) en las semanas o meses siguientes a la obtención del título.
“Ir a la Casa Blanca está considerado un gran honor para un equipo. Stephen Curry duda, entonces se retira la invitación”, declaró el presidente estadounidense en un mensaje en Twitter.
En la víspera de la cancelación, Stephen Curry, la mayor estrella de los Warriors, declaró a la cadena ESPN que su equipo podrían hacer una “declaración” rechazando la invitación, al tiempo que miembros del equipo de Oakland denunciaban el comportamiento de Donald Trump.Going to the White House is considered a great honor for a championship team.Stephen Curry is hesitating,therefore invitation is withdrawn!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 23 de septiembre de 2017
“Es evidente, no nos vamos a precipitar a tomar una decisión cuya significación hay que sopesar”, dijo. “Tenemos la oportunidad de hacer una declaración que, esperemos, estimule la unidad, nos impulse a considerar lo que significa ser estadounidense y luchar por algo”.
“No quiero ir” a la Casa Blanca, confirmó un poco más tarde el base de los Warriors.
Otro jugador emblemático del equipo, Kevin Durant, había anunciado en agosto que boicotearía una eventual visita a la Casa Blanca. “No respeto a la persona que ocupa el cargo en este momento, no estoy de acuerdo con él, al no concurrir allí quiero hacer oir mi voz”, explicó.
Según Durant, el recelo hacia Trump creció a mediados de agosto cuando el presidente estadounidense puso en pie de igualdad a los supremacistas blancos y a los antifascistas a raíz de los episodios de violencia en Charlottesville, donde un simpatizante neonazi mató a una contramanifestante atropellándola con su vehículo.
El efervescente estilo de Trump abrió un nuevo flanco, esta vez en su propio país. Con una temporada que aun no empieza en ninguna de las cuatro grandes ligas estadounidenses (MLB, NHL, NFL Y NBA) , el panorama para el mandatario no es el mas optimista.
Texto con información de la Agencia AFP