El montaje de Flavia Radrigán recoge una de las tragedias más importantes del escritor inglés para reflexionar sobre el poder, la vejez y la ausencia, integrando la relación con su padre, el icónico autor y premio Nacional de Artes de la Representación, Juan Radrigán, fallecido en octubre de 2016.
Un montaje que rescata la esencia de William Shakespeare y rinde un sentido homenaje a quien fue su padre, Juan Radrigán, es el que estrenará este viernes 17 de mayo o presentará hasta el 2 de junio, la dramaturga Flavia Radrigán, del mano del reconocido actor, Francisco Reyes, y del no menos famoso, Daniel Antivilo. Es en ese contexto que surge “El Rey Lear y su doble”, obra que plantea una reflexión crítica sobre el poder, la vejez y la ausencia, integrando la relación con su padre, el icónico autor y Premio Nacional de Artes de la Representación, fallecido en octubre de 2016. “Según aprendí del maestro, mi papá, cuando uno tiene un tema que ebulle la cabeza no escribe una obrita sino dos o tres. Recién ahí lo puedes dar por eliminado de tu espíritu y del corazón. Es como encerrar a tus propios demonios”, declara la autora. Añade que a esa forma de pensar “le creo, porque cuando empiezas a leer tus obras anteriores siempre hay una espina de pescado que es la misma, y aquí es súper clara: la ausencia de algo, quizás de todo”, ha dicho sobre la obra que debuta en la temporada del ciclo Teatro HOY de Fundación Teatro a Mil, como primer estreno de la programación 2019 de Teatro Finis Terrae. En el montaje dirigido por Jesús Urqueta se muestra a Lear, un rey viejo y cansado, que prepara su fiesta de despedida mientras tortura al bufón quebrándole la cadera. Ambos establecen una relación de pugna y dependencia que lleva al rey a reconstituir su vida, sus miedos y su gran secreto: la relación que mantiene con Cordelia, su hija menor, un juego perverso de incesto y poder. El protagonista se desplaza, viaja y transita al otro lado de la moral ante la indignación del bufón que representa al pueblo; uno que no quiere cortar cadenas, denunciar ni huir del vacío que significa el sin sentido del dolor humano. Aquí no hay final, Lear es eterno.
