Las elecciones presidenciales finalmente dejaron como ganadores a Sebastián Piñera por Chile Vamos (36%) y Alejandro Guillier por Fuerza de Mayoría (22%).
Pero la gran sorpresa es el 20% de preferencias que obtuvo el Frente Amplio con su candidata Beatriz Sánchez.
Resultados que dejan de manifiesto el nuevo mapa político chileno con una derecha alineada tras Piñera, con excepción del sector más conservador que apoyó a José Antonio Kast (7,9%), y una izquierda fragmentada en dos grandes grupos, la Nueva Mayoría y el Frente Amplio.
Con los resultados sobre la mesa, la izquierda podría derrotar a Sebastián Piñera en el balotaje, sin embargo, el apoyo no está definido por parte del Frente Amplio. Aun así, la pregunta cae sobre si esta fragmentación permite ese pronóstico.
Guillier está ante dos caminos, ir por un acuerdo con el centro o con la izquierda. Cualquiera de los dos significaría acomodar su programa de gobierno y una serie de consensos.
Entre MEO, Sánchez y Goic
Para el coordinador del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mario Herrera, Guillier necesita el acuerdo con el Frente Amplio para lograr llegar a La Moneda, dado que solo con los votos de la DC no se puede garantizar una victoria.
“Guillier tiene que tomar la decisión de si se va hacia la izquierda a buscar los votos de Beatriz Sánchez o de Marco Enríquez-Ominami, que son difícilmente endosables por las características del electorado o se irá al centro para buscar el apoyo de Carolina Goic (DC), que no le alcanzan para llegar al 50%”, explicó el experto a La Nación.
Además, Herrera consideró que es difícil lograr un acuerdo de la NM con el Frente amplio, porque “les conviene mucho más tener a Piñera como Presidente y ser oposición, que serlo de Guillier, siendo que parte de su electorado también lo es de la Nueva Mayoría”.
“Lo que puede existir es un apoyo implícito por parte de Sánchez, pero en el ámbito más personal, que explícitamente como coalición. Incluso, si sale púbicamente a decir que apoya a Guillier en segunda vuelta, probablemente gran parte de su electorado no la siga”, agregó.
Conglomerado instrumental
Durante este lunes el Frente Amplio entró en “jornada de reflexión” desde las 11:00 horas, en que comenzaron a analizar las líneas a seguir. Uno de los diputados electos de la coalición por el Distrito 11, Tomás Hirsch (P. Humanista), adelantó que si bien no hay acuerdo predefinido, el foco final es “Piñera no es bueno para Chile, no vamos a estar tranquilos ni contentos si intenta ganar la elección”.
“Hay que hacer lo necesario para que no gane Piñera. El Frente Amplio no debiera ni plantearse la posibilidad de participar de un gobierno de Alejandro Guillier. Son cosas muy distintas, una es decir ‘entendemos que gran parte del país no quiere a Piñera de presidente’ y por lo tanto hay que hacer lo necesario para que no suceda”, dijo el parlamentario electo a La Nación.
Pensando en evitar un nuevo gobierno de la derecha, Hirsch incluso propone un voto instrumental del Frente Amplio a favor de Guillier. “Hay mucha gente con un rechazo y enojo a la Nueva Mayoría por las cosas que han hecho y las que dejaron de hacer. Aquí, a lo más, se puede transformar en un ‘no a Piñera’, pero de ninguna manera en un voto de confianza ni de credibilidad con ellos, con quienes tenemos una distancia muy grande”.
La segunda vuelta se realizará el 17 de diciembre.