La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, reapareció en la madrugada de este jueves en Oslo, capital de Noruega, con motivo del Premio Nobel de la Paz recibido en la víspera por su hija, en la que ha sido su primera aparición pública tras 16 meses viviendo en la clandestinidad.
La opositora saludó desde el balcón del Grand Hotel de la capital noruega y permaneció unos minutos ante decenas de simpatizantes entre aplausos y gritos de “¡libertad!” con los que cantó el himno nacional de Venezuela.
Poco antes, la política de 58 años estrechó la mano y abrazó a algunos seguidores apostados tras las vallas de seguridad y a las puertas del hotel.
Fuentes consultadas por el diario estadounidense The Wall Street Journal informaron que Machado habría abandonado Venezuela el martes en una pequeña embarcación, supuestamente con la ayuda de “aliados” del chavismo y de Estados Unidos.
Se desplazó primero hasta Curazao
La dirigente se habría desplazado primero hasta Curazao, desde donde habría continuado hasta Noruega, si bien se desconoce de momento el recorrido completo. El retraso a la hora de llegar a territorio noruego se debió, tal y como indican estas informaciones, a las malas condiciones meteorológicas.
Horas antes, el presidente del Comité Noruego, Jorgen Watne Frydnes, confirmó la llegada de Machado a Oslo, si bien indicó que no habría comparecencia ante la prensa, como estaba previsto, sino que la opositora iría “directamente a reunirse con su familia”.
Machado destacó en un video difundido por la cadena pública noruega que su presencia en Oslo es “un milagro”, recalcando que “hay muchas mujeres y hombres venezolanos que han arriesgado sus vidas para que yo pueda estar aquí esta noche con ustedes”.
En este sentido, señaló que si bien no quiere “decir nada que los ponga en más peligro, (…) sin duda es muy, muy difícil, y muy difícil para ellos salir de Venezuela si son perseguidos por el régimen o buscados por el régimen”.
Defendió su viaje a la capital noruega afirmando que “siempre estaré físicamente donde creo que puedo contribuir mejor a nuestra causa”. “Y hasta ese momento, no hace mucho, creía que tenía que estar en Venezuela, y ahora creo que tengo que estar en Oslo”, declaró.
Machado reconoció que el reencuentro con familiares y amigos “ha sido muy emotivo”. “No había visto a mis hijos en casi dos años”. “Mi madre también tuvo que marcharse, y no la había visto en los últimos seis meses. Ni a mi marido, ni a mis hermanas, ni a mis amigos, ni a mis colegas”, relató.
“Hay personas a las que quiero mucho, profundamente, a las que no había visto en más de diez años y a las que acabo de conocer hace unos minutos. Así que todavía estoy tratando de procesar lo que esto significa para nosotros”, añadió.