El ex capellán del Hogar de Cristo, Pablo Walker, consideró que la denuncia de abuso sexual contra el fallecido sacerdote Renato Poblete, es más grave que las acusaciones contra Fernando Karadima.
En entrevista con La Tercera, el religioso enfatizó que “no tengo ninguna razón para dudar” del relato de la teóloga Marcela Aranda, quien contó que fue sometida a violaciones colectivas bajo la mirada del religioso fallecido en 2010, quien también la obligó a abortar en tres ocasiones.
“Me parece que los hechos descritos por Marcela Aranda efectivamente son más graves que los de Karadima. Son hechos siniestros, difíciles de nombrar. Yo lo observo con estupefacción y creo que lo que cabe es abordar esto con responsabilidad” por parte de la Compañía de Jesús.
El presbítero jesuita enfatizó que en este caso en particular “no basta la emotividad. Se requiere decir: ‘¿Quiénes propiciaron esos abusos colectivos?, ¿Quiénes estaban ahí?, ¿Quiénes sabían de esas situaciones de aborto?, ¿Quiénes sabían de una relación en la que se somete a la esclavitud sexual a una joven?’”, expresó.
Walker agregó que también es necesario hacer un mea culpa del funcionamiento de la orden religiosa que es apuntada con el dedo tras varias denuncias en contra de sus clérigos, pues “me pregunto qué tipo de calidad de vida religiosa llevábamos para no ver que una persona estaba haciendo daño y se transformara en un abusador o depredador, si se confirman todos los hechos que han sido denunciados”.
Asimismo, reconoció que “hemos sido poco capaces de ponernos en el lugar de la víctima, de ver lo que esa persona ha sufrido. Estamos hablando de una persona que perdió su salud mental, su proyecto de pareja, perdió su fe, perdió su intimidad sexual”, recalcó.
Consultado si acaso Renato Poblete fue una inspiración para él, Pablo Walker, dijo tajante que “no, nunca” y que el extinto presbítero acusado de abusos, promotor de violaciones colectivas e inductor de abortos tampoco fue un prócer.
“Para mí, Renato Poblete no era un prócer. Era un compañero jesuita que merece todo el respeto, pero no considero que fuera el inspirador de la provincia chilena, ni de la Compañía de Jesús, habiendo hecho importantes aportes”, sentenció el sacerdote jesuita, subrayado sí que jamás escuchó malos comentarios de él en relación a situaciones de las que se les acusa.
https://lanacion.cl/2019/04/30/denunciante-de-renato-poblete-me-obligo-a-abortar-y-no-solo-una-vez-tres-veces/
https://lanacion.cl/2019/04/30/compania-de-jesus-relatos-de-victima-de-renato-poblete-son-de-la-maxima-gravedad/
En entrevista con La Tercera, el religioso enfatizó que “no tengo ninguna razón para dudar” del relato de la teóloga Marcela Aranda, quien contó que fue sometida a violaciones colectivas bajo la mirada del religioso fallecido en 2010, quien también la obligó a abortar en tres ocasiones.
“Me parece que los hechos descritos por Marcela Aranda efectivamente son más graves que los de Karadima. Son hechos siniestros, difíciles de nombrar. Yo lo observo con estupefacción y creo que lo que cabe es abordar esto con responsabilidad” por parte de la Compañía de Jesús.
El presbítero jesuita enfatizó que en este caso en particular “no basta la emotividad. Se requiere decir: ‘¿Quiénes propiciaron esos abusos colectivos?, ¿Quiénes estaban ahí?, ¿Quiénes sabían de esas situaciones de aborto?, ¿Quiénes sabían de una relación en la que se somete a la esclavitud sexual a una joven?’”, expresó.
Walker agregó que también es necesario hacer un mea culpa del funcionamiento de la orden religiosa que es apuntada con el dedo tras varias denuncias en contra de sus clérigos, pues “me pregunto qué tipo de calidad de vida religiosa llevábamos para no ver que una persona estaba haciendo daño y se transformara en un abusador o depredador, si se confirman todos los hechos que han sido denunciados”.
Asimismo, reconoció que “hemos sido poco capaces de ponernos en el lugar de la víctima, de ver lo que esa persona ha sufrido. Estamos hablando de una persona que perdió su salud mental, su proyecto de pareja, perdió su fe, perdió su intimidad sexual”, recalcó.
Consultado si acaso Renato Poblete fue una inspiración para él, Pablo Walker, dijo tajante que “no, nunca” y que el extinto presbítero acusado de abusos, promotor de violaciones colectivas e inductor de abortos tampoco fue un prócer.
“Para mí, Renato Poblete no era un prócer. Era un compañero jesuita que merece todo el respeto, pero no considero que fuera el inspirador de la provincia chilena, ni de la Compañía de Jesús, habiendo hecho importantes aportes”, sentenció el sacerdote jesuita, subrayado sí que jamás escuchó malos comentarios de él en relación a situaciones de las que se les acusa.
https://lanacion.cl/2019/04/30/denunciante-de-renato-poblete-me-obligo-a-abortar-y-no-solo-una-vez-tres-veces/
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