“La violencia sexual en los conflictos es un crimen brutal, perpetrado principalmente contra las mujeres y las niñas, pero que afecta también a los hombres y los niños. Esta lacra repercute en todos los ámbitos de las comunidades y las sociedades, perpetuando los ciclos de violencia y amenazando la paz y la seguridad internacionales”, expresó en un mensaje el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Gracias a una resolución de la ONU, desde hace 6 años que se conmemora cada 19 de junio el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, cuyo objetivo es concientizar sobre una de las peores tácticas de terrorismo en zonas de guerra y que en muchas ocasiones se invisibiliza
Según Guterres, “a medida que la pandemia del Covid-19 causa estragos en las regiones del mundo afectadas por conflictos armados, quienes sobreviven a esa violencia se enfrentan a retos aún mayores”.
Recibir atención de salud de forma rápida tras una agresión sexual es muy importante para limitar sus consecuencias potenciales. Sin embargo, debido a la pandemia por el nuevo coronavirus, en algunos países se han cerrado centros de salud privados por el riesgo a contagio.
Es por eso que la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) implementó en estas naciones modelos de atención centrados en los supervivientes dirigidos y liderados por enfermeras. Con la ayuda de un asesor experto en violencia sexual, estas enfermeras elaboran el historial y realizan la entrevista y el examen de los supervivientes, además de efectuar pruebas de VIH y ofrecer profilaxis post exposición al VIH, píldoras anticonceptivas de emergencia, abortos y profilaxis para enfermedades de transmisión sexual. Estos cuidados se basan en principios centrados en las víctimas en cuestión de consentimiento informado, privacidad, confidencialidad, respeto, compasión y no discriminación.
Estos modelos de atención ya se encuentran en países como Afganistán, Sierra Leona, Sudán del Sur, Papúa Nueva Guinea, Bangladesh y Etiopía.
“Felicito al personal de primera línea, que está encontrando formas de apoyar a los afectados a pesar de los cierres y las cuarentenas”, expresó el secretario general de Naciones Unidas, quien añadió que “debemos prevenir y poner fin a esos delitos, hacer de los supervivientes el eje de nuestra respuesta, exigir responsabilidades a quienes perpetran tales actos y ampliar el apoyo a todos los afectados”.
