Tras la promulgación de la ley que establece un subsidio a la tasa de interés para créditos hipotecarios, el impacto comienza a reflejarse en el mercado inmobiliario. La medida, impulsada por el Ministerio de Hacienda, busca facilitar la compra de viviendas nuevas de hasta 4.000 UF y reactivar el sector de la construcción, actualmente afectado por una sobreoferta histórica: más de 70 mil unidades disponibles en la Región Metropolitana y 106 mil a nivel nacional.
Según La Tercera, durante el lanzamiento de Edifica 2026, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) informó que ya se han ingresado cerca de 15.000 solicitudes para acceder al beneficio, lo que representa un 30% del total de 50.000 subsidios contemplados por la ley.
Las cifras, entregadas por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif) al 15 de agosto, evidencian una rápida respuesta del mercado tras apenas dos meses de implementación.
El presidente de la CChC, Alfredo Echavarría, destacó el desempeño inicial del programa, originado por una propuesta conjunta entre el gremio y la Abif al entonces ministro de Hacienda, Mario Marcel. Según Echavarría, el subsidio -que implica una rebaja de 60 puntos base en la tasa de interés- “ha tenido un buen desempeño. Llevamos prácticamente dos meses y se han activado cerca de 15.000 solicitudes, las cuales están con una tasa de aprobación del 97%. Eso dice que está muy bien el proyecto, muy bien elaborado y está apuntando a la solución”.
Hasta ahora, 8.421 solicitudes han sido aprobadas, equivalentes a $870.820 millones. En contraste, sólo 624 fueron rechazadas por criterios internos de los bancos, lo que representa un 7% del total evaluado. Actualmente, hay 5.912 solicitudes en proceso, sumando un total de 14.957 por un monto de $1.490.822 millones.
Según datos de la CChC, cerca del 70% de las postulaciones corresponden a viviendas de hasta 3.000 UF. Echavarría subrayó la magnitud de la demanda: “Estamos sorprendidos con las cifras. La ley tiene un plazo de dos años para poder agotar estos 50.000 subsidios que hay al crédito hipotecario. Que 15.000 se hayan activado en dos meses habla que hay una demanda absolutamente insatisfecha”.
El efecto en las ventas comenzó a notarse al cierre del segundo trimestre, con un aumento del 30% en la compra de casas y departamentos respecto al trimestre anterior, cuando aún se debatía el proyecto en el Congreso. Sin embargo, el stock de viviendas disponibles se mantiene en niveles elevados.
“Estamos esperanzados. Si esto sigue así, obviamente va de la mano de una reactivación (de la construcción). Hay más de 70.000 viviendas con permisos ya otorgados que no han partido por el stock grande que hay de viviendas. Si esto sigue con estas cifras va a activar el inicio de una parte de esas 70.000 viviendas, lo que se traduce inmediatamente en empleo y en crecimiento”, agregó Echavarría.
El presidente del gremio proyecta que el efecto del subsidio podría traducirse en nuevos desarrollos hacia el último trimestre del año: “Debiera empezar a notarse, si sigue a este ritmo, el último trimestre de este año, con la partida de nuevos proyectos”.
Por su parte, el gerente de estudios de la CChC, Nicolás León, señaló que “la demanda por vivienda comienza a responder a la rebaja de la tasa hipotecaria; de mantenerse esta tendencia, se proyecta un mejor ciclo de inversión inmobiliaria durante 2026 (…) en línea con el rezago habitual en el inicio de nuevos proyectos y con la consolidación de expectativas sobre la normalización de la velocidad de ventas”.
León estima que la velocidad de ventas podría reducirse a 20 meses para agotar el stock hacia fines de 2026, una mejora significativa respecto a los 33 meses proyectados al cierre del primer semestre. No obstante, advirtió que persisten desafíos estructurales: “la permisología sigue siendo un riesgo para la cartera; agilizar permisos sectoriales y modernizar la tramitación ambiental y de hallazgos arqueológicos será clave para aprovechar este ciclo”.
Finalmente, el ejecutivo abordó factores externos que podrían incidir en el sector: “Aunque el impacto del alza de aranceles y de las tensiones en Medio Oriente ha sido acotado, no se descarta que sus efectos se manifiesten con rezago”.
