Estados Unidos anunció este jueves una nueva fase de su ofensiva militar contra el narcotráfico, denominada Operación Lanza del Sur, luego de la llegada al Caribe del portaaviones más grande del mundo, el Gerald Ford.
Nueva fase de la operación antidrogas
“Esta misión defiende nuestra patria, elimina a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que matan a nuestra gente“, afirmó en la red X el jefe del Pentágono, Pete Hegseth.
“El Hemisferio Occidental es el vecindario de Estados Unidos – y lo protegeremos“, agregó el funcionario.
El comunicado oficial no entrega más detalles sobre esta etapa, aunque especialistas en Washington consideran que el portaaviones y su flotilla incrementan de manera significativa las opciones militares de Estados Unidos en la zona.
Venezuela fue señalada directamente, luego que el secretario de Estado Marco Rubio declarara tras una cumbre del G7 que se trata de “un régimen ilegítimo, básicamente una organización de narcotráfico que se ha adueñado del poder“, recogió DW.
“Pero miren, esto es una operación antidrogas. Y si dejan de enviar barcos con drogas, no habrá ningún problema“, añadió.
El presidente Donald Trump mostró ambigüedad en una reciente entrevista al asegurar que no busca una guerra contra Caracas, aunque al ser consultado sobre los días de Maduro en el poder dijo: “Yo diría que sí“.
El portaaviones Gerald Ford, junto con su flotilla, se suma a seis navíos desplegados en el Caribe y otro en el Pacífico. Hasta ahora, una veintena de ataques contra embarcaciones que supuestamente trasladaban drogas han dejado 76 muertos, y Trump anticipó que se preparan ataques terrestres, además de insinuar que la CIA ya podría estar operando en la región.
El lema “America First” sigue marcando la estrategia, recuerda Alexander B. Gray, quien señala que la prioridad es frenar el ingreso de drogas desde el sur. Para la Casa Blanca, la situación también tiene un componente geopolítico, dado que “Venezuela forma parte de la gran competición entre potencias” por sus vínculos con China y Rusia.
El despliegue se mantendrá el máximo tiempo posible para interrumpir el narcotráfico, según coinciden los expertos.
Un eventual ataque terrestre en Venezuela requeriría considerar daños colaterales, explica Douglas Farah, de la consultora IBI, quien sugiere que “Puerto Cabello podría ser una posibilidad” debido a su relevancia portuaria y su rol en el tránsito de drogas. Pero advierte que “es muy difícil hallar objetivos importantes que puedan alterar significativamente la correlación de poder” mediante bombardeos.
Si la estrategia buscara desestabilizar al gobierno de Maduro, debería apuntar a una “transición pacífica”, sostuvo la general en retiro Laura J. Richardson, exjefa del Comando Sur.
Mantener diálogo con las fuerzas armadas venezolanas es clave, indica Elliott Abrams, exenviado especial para Venezuela, quien afirma: “Una de las cosas que la oposición debería estar diciendo, y que deberíamos estar diciendo, es que Venezuela tiene una larga frontera y mucha violencia, y que necesita un ejército. Y espero que nuestra operación encubierta de la CIA lo esté haciendo“.
“No van a quedar en desventaja a causa de una transición. Serán más felices“, concluyó.