El fiscal del condado de Utah, Jeff Gray, anunció que pediría la pena de muerte para Tyler Robinson, el sospechoso de matar al activista ultraconservador estadounidense Charlie Kirk, después de que fue acusado formalmente de varios cargos, incluido asesinato agravado.
Gray explicó en una rueda de prensa que el sospechoso enfrentaba también dos cargos de obstrucción a la justicia y delito grave por disparo de arma de fuego que causó lesiones corporales graves, dos cargos de manipulación de testigos y la comisión de un delito violento en presencia de un menor.
“El asesinato de Charlie Kirk es una tragedia estadounidense (…) Fue asesinado mientras ejercía uno de nuestros derechos estadounidenses más sagrados y preciados, la piedra angular de nuestra república democrática: el libre intercambio de ideas y la búsqueda de la verdad, la comprensión y una unión más perfecta. También es una ofensa contra el Estado y contra la paz”, dijo.
Gray indicó que los cargos por manipulación de testigos se debían a que ordenó a su compañero de piso que borrara mensajes de texto y guardara silencio. También señaló que fue la madre de Robinson la que le identificó a través de las fotos publicadas por las autoridades y les dijo que su hijo había acusado “a Kirk de propagar odio”.
Robinson, de 22 años, hizo su primera comparecencia desde el arresto a las 17.00 horas en una audiencia judicial virtual. El juez Tony Graf decidió que el sospechoso permanecería bajo custodia sin derecho a fianza y le designó un abogado tras la revisión de su situación financiera.
La próxima audiencia, también virtual, quedó fijada para el 29 de septiembre a las 10.00 horas (hora local). Graf también otorgó una orden de protección a la viuda de Kirk, Erika.
EL PRIMER HOMBRE ARRESTADO INTENTÓ AYUDAR AL TIRADOR A HUIR
Por otro lado, la oficina del sheriff del condado de Utah emitió un comunicado en el que aseguró que el primer hombre arrestado por el asesinato de Kirk -George Zinn, de 71 años- intentó ayudar a escapar al tirador de la universidad donde se produjo el ataque.
Así, relató que tras el tiroteo, cuando la gente huía de la zona, Zinn gritó que había disparado a Kirk, por lo que la Policía le detuvo, pero no cooperó con las fuerzas de seguridad. “Comenzó a presentar problemas de salud y fue trasladado a un hospital local”, indicó, agregando que allí dijo abiertamente que no era el tirador pero que lo hizo “para obstaculizar la respuesta” de las autoridades.
Durante el interrogatorio, los agentes le pidieron revisar su teléfono móvil y este accedió, pero les dijo que lo usaba para ver “material de abuso sexual infantil y que podría haber algunas imágenes” de este tipo en él.
En ese momento, estaba detenido por obstrucción a la justicia y posesión de material de abuso sexual infantil. Sin embargo, no había información que indicara que hubiera conspirado con el tirador.
Zinn fue una de las dos personas detenidas por las fuerzas del orden tras el asesinato de Kirk. Ninguna de las dos estuvo involucrada en el tiroteo mortal, según determinaron las autoridades. Al día siguiente, arrestaron a Robinson.
