La decisión fue tomada por el magistrado de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, quien está a cargo de un proceso penal contra la diseminación de noticias falsas en redes sociales, donde figura como investigado el magnate Elon Musk, dueño de las empresas mencionadas.
Según las autoridades, las actividades de los diplomáticos amenazaban la seguridad de Rusia y tenían como objetivo garantizar la derrota del país en su guerra contra Ucrania.
En un macabro acto, su esposo, quien alegó defensa propia, la mutiló, trituró en una licuador e intentó disolver sus miembros con una solución química.