El general (r) Humberto Oviedo llegó al despacho de la ministra en visita Romy Rutherford para declarar una vez más como imputado en la arista de los gastos reservados del caso fraude en el Ejército.
El ex comandante en jefe llegó en compañía de su abogado Marcelo Castillo, quien manifestó que la voluntad de su defendido era colaborar en la investigación.
“La causa es una sola, se investigan varios delitos, por lo tanto puede interrogarlo sobre todo lo que estime conveniente. Justamente en ese ánimo de colaborar es que nosotros pedimos esta declaración y la ministra accedió amablemente”, afirmó.
Consultado si Oviedo tenía conocimiento de los hechos investigados, Castillo respondió que “en las Fuerzas Armadas no son los comandantes en jefe los que ejecutan los gastos, hay cargos destinados especialmente, por lo tanto él no giraba cheques o firmaba decretos para determinadas partidas o gastos”.
Además, dijo que el delito de malversación de caudales públicos es una “teoría” de la ministra Rutherford y que “desde el punto de vista de la correcta inversión de los fondos públicos, el organismo competente es la Contraloría General de la República”.
En ese sentido, añadió que durante toda la gestión de Oviedo como comandante en jefe del Ejército, “jamás tuvo una representación de mala inversión de gastos por parte de la Contraloría”.
“En mi opinión esto debió haber estado siempre en el ámbito administrativo si es que hubiera habido alguna irregularidad. Me parece muy extraño que se trate de criminalizar algo que siempre debió haber estado en el ámbito administrativo y que a lo más podría haber dado origen a una infracción administrativa o a un juicio de cuentas, pero en ningún caso a un delito”, agregó.
Acerca de los regalos efectuados con fondos públicos, el abogado expresó que “me llama la atención, se hace escándalo público” y mencionó los gastos que hace la Presidencia de la República en ese mismo tipo de cosas.
Reiteró que “están sujetos a control por parte de la Contraloría y si hubiera habido una irregularidad en su oportunidad lo habría representado el órgano contralor”.