Desde este viernes 1 de agosto miles de clientes de la banca en Chile deberán despedirse de la tarjeta de coordenadas, una de las herramientas más tradicionales para pagar y autorizar transacciones.
De acuerdo a la Norma de Carácter General N° 538, emitida por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), este documento dejará de funcionar en la fecha señalada. Además, la disposición fija nuevos estándares mínimos de seguridad y autenticación que deberán cumplir bancos y emisores de medios de pago en Chile.
La normativa, según lo difundido por la CMF, obliga a implementar mecanismos de Autenticación Reforzada de Cliente (ARC).
Este procedimiento se basa en el uso de al menos dos factores de autenticación distintos e independientes, que pueden corresponder a: conocimiento (contraseñas, números PIN), posesión (token, hardware criptográfico portátil, mensaje OTP, tarjeta de pago o smartphone) e inherencia (verificación biométrica como huella digital, rostro, voz o datos conductuales).
ADIÓS A LA TARJETA DE COORDENADAS
La normativa, en sus criterios de robustez, independencia y diferenciación de factores, establece la eliminación de los mecanismos basados en datos impresos utilizados para la autenticación.
Este punto marca el fin de la tarjeta de coordenadas, considerada obsoleta ante los riesgos de fraude y suplantación.
Así, los clientes deberán migrar hacia métodos más modernos y seguros, como aplicaciones móviles o dispositivos físicos que generen códigos únicos.
El uso de autenticación reforzada será obligatorio en casos como:
- Transferencias electrónicas de fondos.
- Incorporación de clientes en plataformas digitales del banco.
- Registro o modificación de datos personales.
- Cambio de claves de autenticación.
- Inclusión, reemplazo o eliminación de dispositivos de confianza.
La norma regirá desde el 1 de agosto de 2025, salvo en los casos de ARC obligatoria, cuya aplicación se postergará hasta el 1 de julio de 2026.