El agua del Gran Canal de Venecia, cerca del Puente de Rialto, se tiñó este domingo de un color verde fluorescente. La misteriosa mancha apareció en el canal que conecta Campo San Luca con el Gran Canal y lentamente se extendió por el resto de los canales de Venecia.

Tras las primeras investigaciones llevadas a cabo por la policía, se determinó que “la sustancia parece ser un trazador, es decir, un líquido que se inyecta en aquellas circunstancias en las que se produce una fuga de agua con el fin de conocer el camino seguido”.

Pese a que se trata de un líquido externo, la investigación asegura que no se trata de una sustancia tóxica y que no existe ningún peligro para la salud de los habitantes. Por su parte, el delegado de gobierno de Venecia, Michele de Bari, organizó una reunión de coordinación de emergencia con el propósito de definir las causas y medidas a seguir. Debido a ello, se ordenó “intensificar la vigilancia en la zona de la laguna para controlar cualquier situación crítica y prevenir nuevos episodios similares”.

Cabe recordar que no es primera vez que el Gran Canal de Venecia experimenta una alteración en su color. En 1968, el artista argentino Nicolás García Uriburu tiño de verde las aguas durante la Bienal anual de Venecia, donde pretendía llamar la atención sobre los problemas ecológicos y la relación entre naturaleza y civilización.

Hasta el momento, ningún movimiento se ha reivindicado la acción y los activistas ecológicos de “Ultima generación”, quienes en los pasados días arrojaron pintura negra a la Fontana de Trevi de Roma, edificios y obras de arte para protestar sobre la falta de atención al cambio climático, negaron su implicación.