El alcalde de Pedro Aguirre Cerda, Luis Astudillo, reforzó la idea del Estado de Excepción para hacer frente a la crisis de seguridad que afecta a varias ciudades del país, pero no uno que restringa las libertades, sino uno “que permita tener un marco legal que le dé agilidad a los procesos administrativos de compra de parte del Estado y los municipios”.

A propósito del homicidio de tres personas en población La Victoria, entre ellas una niña de 13 años, y el baleo a una casa de Avenida Central la madrugada de este miércoles, Astudillo insistió en la idea de adoptar medidas extraordinarias para enfrentar la delincuencia desatada en las calles.

Esto “es algo que genera terror, que genera que las personas no quieran estar ya a cierta hora en la vía pública porque lo consideran peligroso, y es algo que justamente nos invita a nosotros, los alcaldes y alcaldesas, a solicitar medidas concretas para combatir la delincuencia”, dijo el jefe comunal en entrevista con Radio ADN.

Astudillo, junto a otros alcaldes, pide usar el 2% de los recursos destinados a catástrofes para combatir la delincuencia, pero también otras medidas que implican acciones disuasivas en las que los militares son protagonistas.

El Estado de Excepción constitucional en la capital; la citación al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) y la aplicación de la Ley de Infraestructura Crítica son tres medidas a las que Astudillo y sus pares han adherido.

“De esas tres cosas planteadas, fui de los primeros que empezó a hablar de un Estado de Excepción, pero no para restringir las libertades, como el famoso toque de queda, sino un estado de excepción que permita tener un marco legal que le dé agilidad a los procesos administrativos de compra de parte del Estado y los municipios. También poder transferir recursos extra, como cuando enfrentábamos la pandemia por coronavirus”, explicó.

En la misma línea, solicita un “Estado de Emergencia, pero a nivel nacional. También permitiría tomar medidas mucho más fuertes, pero gradualmente. Llegar al toque de queda es un fracaso, porque lo que tenemos que provocar que sean los delincuentes que estén encerrados, no la gente”, dijo.

Sostuvo que el rol de militares sería de “coadyuvantes”, como ocurre en otras latitudes. “No se trata de que los militares vengan a reemplazar la labor de Carabineros, que sabemos que son los que están mejor preparados en ese sentido, pero también necesitamos que las fuerzas armadas puedan jugar un rol importante para poder proteger infraestructura crítica, reforzar las labores de control en las fronteras y caminos, para poder tener un trabajo que sea de mayor impacto y tenga mejores resultados”, precisó.

“Tenemos una fuerza policial que carece de dotación y tenemos que ver cómo reforzar el trabajo con la incorporación de militares en algunos puntos críticos, pero también poder incorporar a la institución de carabineros personal administrativo, cosa que la fuerza policial esté en la calle, donde más se necesita”, finalizó.