La dirigencia se encuentra en plena negociación con el volante (quien termina contrato en junio de 2018), pero de momento no se ha podido llegar a acuerdo. Más aún, públicamente el discurso de la directiva liderada por Josep Maria Bartomeu era que todo iba bien avanzado. No obstante, el propio jugador lo desmintió tácitamente.
Esos dichos dejaron ver que las aguas no están quietas, y que la plantilla del club ha reaccionado inquieta y algo molesta ante la posible partida de uno de sus máximos referentes.
“La gestión que está llevando a cabo el club sobre todo lo que concierne a la renovación de Andrés Iniesta no solo ha molestado a parte del entorno, sino que también está causando malestar en el seno de la plantilla, que espera un mejor trato hacia su compañero”, expresa el diario Sport.
A ello, el medio agrega que “el vestuario no entiende la polémica creada a raíz de las declaraciones del presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, anunciando un principio de acuerdo para la continuidad del centrocampista. El propio Iniesta negó semejante pacto”.