El primer ministro británico Boris Johnson calificó este martes de “infames” los gritos racistas proferidos la víspera por el público búlgaro contra futbolistas ingleses durante el partido clasificatorio para la Eurocopa-2020 entre Bulgaria e Inglaterra y pidió “duras sanciones”.
Inglaterra se impuso por 6-0 a su anfitrión el lunes en Sofía, pero el partido se vio eclipsado por los cánticos y gestos ofensivos de las gradas, lo que obligó a interrumpir dos veces el encuentro en la primera parte.
“El racismo que vimos y oímos anoche fue vil y no tiene cabida en el fútbol ni en ningún otro lugar”, dijo un portavoz de Johnson en Londres.
“Los jugadores y los entrenadores de Inglaterra demostraron una dignidad tremenda y el primer ministro los elogia (…) por su respuesta“, agregó.
Considerando que “esta mancha en el fútbol no está siendo tratada adecuadamente”, el portavoz del primer ministro llamó a la UEFA a enfrentarse a lo ocurrido.
“El racismo y la discriminación deben desaparecer del fútbol de una vez por todas”, dijo, precisando que Londres escribirán al organismo para pedir “duras sanciones”.