El canciller alemán, Olaf Scholz, viajará esta semana hasta Kiev y Moscú, para reunirse con los mandatarios de estos países, en un intento diplomático para reducir las tensiones, cada vez más crecientes, en el conflicto de Ucrania con Rusia.

Concretamente, este mismo lunes se reunirá en Kiev con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y este martes, hará lo mismo en Moscú para poder dialogar con el mandatario ruso, Vladimir Putin.

Por su parte, el canciller Scholz argumentó este domingo la importancia de su viaje, al subrayar que “lo que estamos viendo en este momento es una amenaza muy, muy grave para la paz en Europa”.

Asimismo, según lo que consigna el diario El País, los servicios de espionaje estadounidenses informaron que una posible invasión rusa podría ocurrir en torno al 16 de febrero, lo que ha sido tenido en cuenta por la OTAN, por lo que el intento diplomático del canciller Scholz, podría ser el último antes de un posible ataque.

Por su parte, el canciller recalcó las intenciones de mantener el diálogo en la mediación del conflicto, pero señaló que en caso de una invasión rusa, existirán graves consecuencias, que se espera que sea un tema que también exponga en su reunión con Putin este martes.

“Es necesario ser claro y decir claramente que la agresión militar contra Ucrania, que pone en peligro su integridad territorial y su soberanía, dará lugar a duras reacciones y sanciones, que nosotros, junto con nuestros aliados en Europa y en la OTAN, hemos preparado cuidadosamente y que podemos poner en práctica inmediatamente”, señaló el canciller Scholz.

Desde hace días, EEUU ha insistido que las tropas rusas con sus más de 100.000 soldados, podrían invadir Ucrania en cualquier momento. Mientas que Rusia ha negado las intenciones de atacar, argumentando que solo están vigilando en la frontera a las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.