En marzo pasado, el cardenal Francisco Javier Errázuriz estuvo cerca de 12 horas siendo interrogado por el fiscal Jorge Escobar en calidad de imputado por supuestos encubrimientos de delitos sexuales cometidos por sacerdotes. Parte de esas declaraciones fueron dadas a conocer este domingo por La Tercera.
El ex arzobispo de Santiago señaló que en su calidad de obispo nunca fue informado de conductas indebidas del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
“El caso más horrible fue el de Karadima. El grupo que estaba en torno a él lo protegía, si bien yo era el obispo, nunca me informaban lo que ocurría. Hasta que uno, dos y tres dijeron que había abusos adentro, que fue (José Andrés) Murillo, (James) Hamilton y después Juan Carlos Cruz”, aseguró Errázuriz.
“El testimonio que me convenció fue el de Juan Carlos Cruz. Por eso, cuando supe, le pedí instrucciones a monseñor (Charles) Scicluna para saber qué pasos realizar”, sostuvo el exarzobispo.
Errázuriz hizo énfasis en que “era muy difícil creer en la acusación del doctor Hamilton, porque era un doctor, era padre de familia y él decía que fue abusado por casi 14 años”, a pesar de esto Errázuriz aseguró que Hamilton “invitaba a Karadima a su casa, lo invitó al bautizo de sus hijos”.
Ante la pregunta sobre si consideraba que los abusos contra menores de edad cometidos por miembros del clero son pecados o delitos, Errázuriz reflexionó y señaló que “son delitos. Hay un avance. Al principio se consideró pecado, luego una deformación sicológica y luego un delito”.
En torno a la homosexualidad aseguró que era mejor que no hubiera homosexuales en el sacerdocio.
“Es mejor que no haya sacerdotes homosexuales. No está excluida una persona que domine totalmente su homosexualidad, pero la mayoría quiere tener la certeza de serlo y hacen actos de homosexualidad”, enfatizó el cardenal.
Además, Errázuriz reconoció haber enviado a un párroco a un centro de rehabilitación en México por esta misma causa.
“Una medida que tomé” fue enviar a un sacerdote “al Centro Terapéutico Alberione, centro especializado en ayuda psicológica a sacerdotes en Guadalajara”. El exarzobispo sostuvo que este centro trata a “sacerdotes en casos de alcoholismo, homosexualidad y conductas indebidas” con medidas terapéuticas y de sanación.
El ex arzobispo de Santiago señaló que en su calidad de obispo nunca fue informado de conductas indebidas del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
“El caso más horrible fue el de Karadima. El grupo que estaba en torno a él lo protegía, si bien yo era el obispo, nunca me informaban lo que ocurría. Hasta que uno, dos y tres dijeron que había abusos adentro, que fue (José Andrés) Murillo, (James) Hamilton y después Juan Carlos Cruz”, aseguró Errázuriz.
“El testimonio que me convenció fue el de Juan Carlos Cruz. Por eso, cuando supe, le pedí instrucciones a monseñor (Charles) Scicluna para saber qué pasos realizar”, sostuvo el exarzobispo.
Errázuriz hizo énfasis en que “era muy difícil creer en la acusación del doctor Hamilton, porque era un doctor, era padre de familia y él decía que fue abusado por casi 14 años”, a pesar de esto Errázuriz aseguró que Hamilton “invitaba a Karadima a su casa, lo invitó al bautizo de sus hijos”.
Ante la pregunta sobre si consideraba que los abusos contra menores de edad cometidos por miembros del clero son pecados o delitos, Errázuriz reflexionó y señaló que “son delitos. Hay un avance. Al principio se consideró pecado, luego una deformación sicológica y luego un delito”.
En torno a la homosexualidad aseguró que era mejor que no hubiera homosexuales en el sacerdocio.
“Es mejor que no haya sacerdotes homosexuales. No está excluida una persona que domine totalmente su homosexualidad, pero la mayoría quiere tener la certeza de serlo y hacen actos de homosexualidad”, enfatizó el cardenal.
Además, Errázuriz reconoció haber enviado a un párroco a un centro de rehabilitación en México por esta misma causa.
“Una medida que tomé” fue enviar a un sacerdote “al Centro Terapéutico Alberione, centro especializado en ayuda psicológica a sacerdotes en Guadalajara”. El exarzobispo sostuvo que este centro trata a “sacerdotes en casos de alcoholismo, homosexualidad y conductas indebidas” con medidas terapéuticas y de sanación.