El día en que los fieles cristianos se preparan para recordar el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios, el cardenal entregó un mensaje a los chilenos católicos y “a todos y todas quienes desde diversos países de nuestra América Latina y del mundo, han encontrado en Chile un abrazo de acogida, una sonrisa de bienvenida y una mano tendida”.
“Con su Hijo que se hace pobre y humilde en el pesebre de Belén, Dios nos revela el camino para ser constructores de comunión, de solidaridad y de futuro para todos”, recalcó el presbítero.
Añadió que “es saliendo de nosotros mismos y encaminándonos hacia los demás que podremos ser más y mejores; es abriendo el corazón al que sufre, al que está solo o marginado que podremos experimentar el gozo de la fraternidad”.
Junto con sus palabras Ezzati otorgó la bendición “en especial a los que sufren en los hospitales, en las cárceles, los que viven en viviendas precarias o en la calle y no saben dónde reclinar su cabeza”, como también “a los niños, especialmente aquellos que no tienen un papá y una mamá que los cuide, los ame y los haga crecer”.
Pidió también a Dios que su bendición también “alcance a los pobres y a quienes no tienen esperanza. Jesús, bendiga y fortalezca a quienes cumplen la delicada misión de servir el bien común, en tantos campos de la vida de nuestra Patria”.
“En esta Noche Bendita y, a lo largo de todo el nuevo año, Él enjugue toda lágrima, fortalezca el camino de quienes buscan el bien común y conforte a quienes luchan por la verdad, la vida y la acogida incondicionada de todas las personas”, concluyó.