La renuncia del Papa Benedicto XVI generó un controversial debate mediático alrededor de la Iglesia Católica luego de su renuncia el 11 de febrero de 2013. Las especulaciones apuntaban a que había sido presionado por poderes externos, que los escándalos de abuso sexual y corrupción habían sido el detonante de su dimisión.
No obstante, poco antes de morir el Papa emérito Benedicto XVI entregó una carta a su biógrafo en 2022, donde reveló que el motivo de su renuncia se debía a que sufría insomnio, según informó la revista alemana Focus.
“Benedicto XVI no quiso hacer un escándalo en vida sobre las circunstancias más cercanas de su dimisión, que estaba justificada por su agotamiento”, señaló a la radio alemana Katholische Kirche el biógrafo personal, Peter Seewald.
En la misiva, Benedicto XVI confesaba que debió tomar somníferos, por recomendación de su médico de cabecera, pero que con el tiempo se fueron volviendo cada vez menos eficaces y se convirtieron en un obstáculo para cumplir con sus labores papales.
Por su parte, Seewald agregó: “Espero que esto acabe de una vez con las teorías conspitrativas y las especulaciones erróneas”, añadiendo que los rumores de chantaje y presiones lo obligaron a dar “el detalle decisivo”.
