El Gobierno de Chile manifestó este viernes su “más enérgica condena” frente a la decisión del Gabinete de Seguridad de Israel de aprobar la propuesta del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que autoriza la ocupación de la Ciudad de Gaza, territorio que ha estado bajo un cruento asedio militar por casi dos años.
Mediante un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores advirtió que “la ocupación de la Ciudad de Gaza (es una) medida que contraviene gravemente el derecho internacional y que amenaza con profundizar la crisis humanitaria, política y de seguridad en la región”.
Además, la Cancillería alertó que “la posible consolidación de una ocupación total sobre Gaza podría empujar a cerca de 2 millones de personas a condiciones extremas de vulnerabilidad, en un contexto de devastación de la infraestructura civil, escasez crítica de insumos básicos, y daño ambiental severo y persistente”.
En esa línea, el ministerio señaló que “esta situación dejaría a Israel, de facto, en condición de potencia ocupante, con todas las responsabilidades jurídicas que ello conlleva bajo el derecho internacional humanitario”.
El texto subraya que “Chile considera que esta decisión representa un grave retroceso para la paz en Medio Oriente y un golpe estructural al compromiso de la comunidad internacional con la solución de dos Estados, único camino viable para alcanzar una paz duradera, que garantice la coexistencia de Israel y Palestina, dentro de fronteras reconocidas internacionalmente”.
Por lo mismo, “el Gobierno de Chile reafirma su firme respaldo a la solución de dos Estados, conforme a las resoluciones de Naciones Unidas, y hace un llamado urgente a retomar el camino del diálogo político, del respeto al derecho internacional y del compromiso genuino con una paz justa y duradera para israelíes y palestinos por igual”, concluye el comunicado.
EL ASEDIO DE GAZA
Desde noviembre de 2023, la región palestina de Gaza ha sido blanco de una ofensiva militar por parte de Israel, que según fuentes locales e internacionales, ha provocado la muerte de cerca de 60.000 personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos. Las causas incluyen bombardeos, asesinatos selectivos y, como ha denunciado la ONU, una creciente hambruna.
Ante esta situación, varios países —incluido Chile— han iniciado acciones judiciales en tribunales internacionales con el fin de denunciar y detener lo que consideran un genocidio, así como llevar a juicio al primer ministro israelí y a parte de su equipo político y militar por crímenes de lesa humanidad.