El primer condenado por hechos de violencia en el contexto del estallido social, el penquista Carlos Peyrin, finalmente recuperó su libertad condicional por decisión de la Corte Suprema, revocando así la decisión de la Corte de Apelaciones de Concepción que, a instancias de la Comisión de Jueces, le había quitado el beneficio por incumplir las exigencias establecidas para su otorgamiento.

Peyrin fue detenido en diciembre de 2019 portando una bomba molotov en su mochila, hecho por el que fue condenado a 3 años y un día de cumplimiento efectivo. Llevaba 14 meses en la cárcel y recibió el beneficio, pero a poco andar lo perdió por no asistir a los talleres de reinserción, lo que la defensa del condenado justificó por razones laborales. El Tribunal de Garantía de Concepción, no obstante, ya había modificado el régimen de cumplimiento a libertad vigilada.

La revocación de la libertad condicional fue, según el abogado de Peyrin, Esteban Arévalo, una respuesta “excesiva y desproporcionada y no se había propuesto un nuevo plan de intervención que considerara, por ejemplo, las obligaciones laborales de Carlos (Peyrin), por lo tanto revocó la sentencia de la Corte de Apelaciones y en definitiva anuló la revocación de la libertad condicional”, declaró Arévalo a Radio Biobío.

El fallo, según la emisora, establece que la defensa de Peyrin “incorporó un documento que da cuenta que efectivamente se encuentra trabajando, desempeñando una jornada laboral que le impide asistir o conectarse a los talleres que contempla el Plan de Intervención Individual”.