Impacto generó la muerte del interventor del Banco Fassil en Bolivia, Carlos Alberto Colodro, quien durante la jornada del sábado cayó desde el piso 15 del edificio donde se encuentran las oficinas del ente bancario.

A fines del mes pasado, el Banco Fassil, uno de los más grandes de Bolivia, fue intervenido luego de caer en insolvencia debido al masivo retiro de dinero por parte de sus clientes. Colodro había sido designado como interventor con el objetivo de liquidar la entidad, la cual tiene a exejecutivos con detención preventiva.

No obstante, Colodro apareció muerto en la vía pública, frente al edificio Ambassador, en la avenida San Martín, en la zona de Equipetrol de Santa Cruz de la Sierra.

El ministro de gobierno, Eduardo del Castillo, señaló el domingo en una rueda de prensa que no se puede “descartar nada, todas las hipótesis son válidas”, haciendo alusión a que podía tratarse tanto de un suicidio como un homicidio. Asimismo, el fiscal de Santa Cruz, Roger Mariaca, comentó que “no se puede cerrar ninguna hipótesis”, agregando que “se habla de diversos golpes que podrían haber ocasionado la caída de esta persona”.

Tras la intervención gubernamental a Fassil, comenzaron a salir a la luz denuncias de supuestos créditos millonarios a personas insolventes y presuntas vinculaciones financieras con poderosos grupos inmobiliarios de Santa Cruz.

La muerte de Colodro ha generado repercusiones políticias. El exmandatario Evo Morales (2006-2019), quien mantiene una fuerte disputa con el actual presidente Luis Arce, exigió a través de su cuenta de Twitter “una investigación independiente y transparente (…) Se debe esclarecer la relación de la muerte del interventor con los presuntos negociados y lavado de dinero”.

Paralelamente, Arce expresó por medio de la misma red social que es imperante “una pronta investigación que esclarezca las causas del este hecho”.