El joven DT se llama como el ídolo y 10 de la albiceleste. Ha dicho que es una coincidencia feliz pero rara para él, y hasta septiembre de 2018 prefería mantener el bajo perfil que siempre fue propio de su vida, como la camiseta de Argentina.

Lionel Scaloni fue el técnico más joven que llegó al Mundial de Catar 2022, con 44 años, pero además es el que, al final, acabó coronándose campeón. Y desde ahora tendrá los focos sobre su cabeza.

Sus logros hasta ahora son perfectos: en su primera experiencia como director técnico ganó la tercera Copa del Mundo para su país y cortó una racha de 36 años sin el anhelado trofeo, pero además puede sumar a la Finalísima contra Italia y al de la Copa América de Brasil 2021.

Por ello, sus números hablan por sí solos: en 56 partidos totaliza 37 victorias, 14 empates y solo 5 derrotas, con 110 goles a favor y 32 en contra, pasando por un invicto de 36 juegos, el más largo del fútbol argentino en su historia y el segundo más largo del mundo, a uno de Italia.

Scaloni llegó a la albiceleste por un hecho casi accidental, como en rol de bombero. No era un nombre muy conocido en Argentina pero estaba en el radar de José Pekerman, con quien fue campeón del mundo Sub 20 en Malasia 97 y marcó dos goles (en el debut contra Hungría y Brasil en cuartos de final) y jugó un partido en el Mundial de Alemania, contra México, en octavos de final.

Solo jugó 7 partidos con la selección mayor, pero se dio el lujo de debutar con Marcelo Bielsa y de estar en el campo el 17 de agosto de 2005, en Budapest, día en el que debutó su tocayo Lionel Messi.

Respecto a su carrera como jugador, se desarrolló en Europa, fueron 17 temporadas en varios países antes de consolidarse en España donde conoció a su esposa y nacieron sus dos hijos Ian y Noah. Se graduó de entrenador en la Federación española y trabajó en las divisiones menores de Mallorca antes de coincidir con Jorge Sampaoli en Sevilla, donde era su analista.

En ese marco, cuando ya estaba en la AFA, asumió el cargo de entrenador de manera interina cuando explotó la crisis entre su exjefe y el grupo, tras la eliminación de Rusia 2018, y a fuerza de resultados se fue consolidando.

Además, pasó de un salario de 500.000 euros a uno de 2,6 millones por eso, porque el que fue novato fue aprendiendo sobre la marcha, apoyado siempre en sus escuderos y ex compañeros de Selección Aimar, Ayala y Samuel y confiado en que su trabajo daría el resultado que disfruta en el presente.

“Yo era el primero que estaba preparado para perder”, aseguró después del 1-2 ante Arabia Saudita.

Su capacidad para convivir con la euforia que rodea a su pupilo Messi, el famoso, habla de su talante y define fielmente su carácter. ‘Argentina contrató un ciclista’, decían, cuando lo ratificaron en su cargo a pesar de su evidente falta de experiencia. Y sí. Fiel practicante de esta disciplina, empezó de aprendiz y ahora es el experto.

La historia de Scaloni se está escribiendo con éxitos y títulos, dejando atrás el apodo de novato.