La emergencia ocasionada por la contaminación con 1.100 litros de petróleo en la planta de producción Caipulli de Essal en el río Rahue provocó que los usuarios estuvieran 10 días sin el vital líquido.
Jorge Rivas, superintendente de la SISS, sostuvo que la sanitaria cometió una serie de vulneraciones a la legislación vigente, como el “incumplimiento de calidad (agua), continuidad del servicio , afectación de gran cantidad usuarios, poner en peligro la salud de la población, no cumplir con las instrucciones de la SISS en cuanto a la atención de la emergencia, plazos y distribución y por entregar información errónea”.
En bases a estos elementos la SISS inició dos procesos contra Essal: aplicación de una multa de $2.500 millones (apelable) y la apertura de expediente de un caducidad.
En este sentido, Rivas precisó que elabora un informe tras los descargos de la empresa y se le entrega al Presidente Piñera para su resolución final.
CADUCIDAD
La Superintendencia de Servicios Sanitarios abrió un expediente de caducidad a la concesión de Essal en Osorno, cuyo proceso, en caso de concretarse, tardaría no menos de 6 meses.Cuando se produjo la contaminación del agua se generó un amplio debate respecto de la opción de caducar la concesión de la compañía (es controlada por Aguas Andinas) ante la gravedad de los hechos.
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