Luego de un voraz incendio de una magnitud sin precedentes sufrido hace menos de un año, Eslovenia volvió a sufrir desafortunados embates, pero esta vez, provocados por la naturaleza: históricas tormentas afectaron dos tercios del país y generaron enormes pérdidas en el territorio.
De los 212 municipios que componen el país, 180 resultaron afectados. Además, cerca de 100 puentes y kilómetros de carreteras se sumaron a la destrucción que dejó la catástrofe. Desde el gobierno, informaron que se necesitan al menos 10.000 millones de euros en cinco años para su reconstrucción. Afortunadamente, debido al eficaz sistema de alertas, la pérdida de vidas se limitó a seis fallecidos.
El fenómeno es sujeto de preocupación en el país, ya que, mientras más aumenta la temperatura del planeta, mayor es el nivel de vapor de agua presente en la atmósfera, aumentando las posibilidades de precipitaciones en el planeta. Asimismo, la urbanización y el ordenamiento territorial son un factor de riesgo debido a las posibles inundaciones.
Eslovenia es uno de los países más expuestos debido a su ubicación: se encuentra entre el Mediterráneo, los Alpes y la llanura panonia de Europa Central.
“BORRÓN Y UBICACIÓN NUEVA”
A tan solo 60 kilómetros de la capital Liubliana, el alcalde de Braslovce, Tomaz Zohar, ha presenciado cómo las corrientes del río Savinja se desbordan y sumergen a cientos de casas. “Mi papel es ayudar a la gente y garantizar su seguridad, lo que no es el caso en las condiciones actuales”, señaló a AFP.
Zohar tiene un proyecto en mente, el cual consiste en construir hasta 2025 nuevos hogares que se cimenten fuera de los terrenos afectados, en donde las tierras actuales pasarán a ser propiedad del estado y funcionarán como zona de contención para futuras inundaciones.
OPINIONES DIVIDIDAS
El proyecto no ha estado exento de controversia. Las opiniones divididas se enfrentan mientras algunos residentes solicitan ser reubicados y otros que no muestran intenciones de abandonar sus hogares. “Es la cuarta vez que tenemos inundaciones, queremos que nos reubiquen”, señaló Darja Primozic al diario Delo.
“Si se hubiera hecho bien, no estaríamos en peligro y no habría razón para irnos”, indicó Bojan Arcan, quien apuntó al mal mantenimiento de las riberas.
Por su parte, la meteoróloga Lucka Kajfez Bogataj mostró su apoyo al alcalde Zohar y lamenta la poca importancia que la población le da al cambio climático causado por la misma humanidad. “Piensan que lo que han vivido es un hecho puntual (…) Pero tenemos que decirles la verdad dura y cruel: los cambios se están acelerando y las cosas nunca volverán a ser como antes”.
