La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, destacó el jueves la buena marcha del programa de reformas que Argentina implementa en el marco de un multimillonario préstamo otorgado por el organismo multilateral y dijo que “sería una tontería” que un eventual nuevo gobierno lo rechazara.
“Ahora que se ha realizado tanto trabajo duro, en un programa donde la protección social siempre ha sido una de nuestras tres prioridades claves, sería una tontería por parte de cualquier candidato dar la espalda al trabajo en curso”, dijo Lagarde, en alusión a las elecciones de octubre en Argentina.
El FMI otorgó el año pasado a Argentina un crédito de unos 56.000 millones de dólares para enfrentar una crisis financiera y cambiaria que depreció su moneda a la mitad. Ese monto es récord para la institución que, a cambio, acordó con el gobierno de Mauricio Macri un severo ajuste fiscal, aunque incluyó planes sociales para “proteger a los más vulnerables”.
“Ahora estamos empezando a ver cómo funciona realmente el programa”, dijo Lagarde en la rueda de prensa de apertura de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial.
“La economía argentina se encuentra en un punto en el que va a tocar fondo”, dijo, pero aseguró que esto implicará un repunte posterior.
En su informe de perspectivas de la economía mundial, revelado el martes, el Fondo dijo que la economía de Argentina se contraerá 1,2% en 2019, para expandirse a 2,2% en 2020.
El Producto Interno Bruto (PIB) se contraerá en el primer semestre de 2019 “a medida que la demanda interna se desacelera con políticas más estrictas para reducir los desequilibrios”, dijo el Fondo.
Y previó que la economía volverá a expandirse en el segundo semestre del año, en tanto el ingreso real se recupera y la producción agrícola repunta después de la sequía de 2018.
“Ahora que se ha realizado tanto trabajo duro, en un programa donde la protección social siempre ha sido una de nuestras tres prioridades claves, sería una tontería por parte de cualquier candidato dar la espalda al trabajo en curso”, dijo Lagarde, en alusión a las elecciones de octubre en Argentina.
El FMI otorgó el año pasado a Argentina un crédito de unos 56.000 millones de dólares para enfrentar una crisis financiera y cambiaria que depreció su moneda a la mitad. Ese monto es récord para la institución que, a cambio, acordó con el gobierno de Mauricio Macri un severo ajuste fiscal, aunque incluyó planes sociales para “proteger a los más vulnerables”.
“Ahora estamos empezando a ver cómo funciona realmente el programa”, dijo Lagarde en la rueda de prensa de apertura de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial.
“La economía argentina se encuentra en un punto en el que va a tocar fondo”, dijo, pero aseguró que esto implicará un repunte posterior.
En su informe de perspectivas de la economía mundial, revelado el martes, el Fondo dijo que la economía de Argentina se contraerá 1,2% en 2019, para expandirse a 2,2% en 2020.
El Producto Interno Bruto (PIB) se contraerá en el primer semestre de 2019 “a medida que la demanda interna se desacelera con políticas más estrictas para reducir los desequilibrios”, dijo el Fondo.
Y previó que la economía volverá a expandirse en el segundo semestre del año, en tanto el ingreso real se recupera y la producción agrícola repunta después de la sequía de 2018.