Israel dio comienzo este martes a las “fases iniciales” de su operación militar terrestre contra la ciudad de Gaza, según confirmaron el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y un vocero del Ejército de Israel.
Según detalló el Ejército israelí, ya hay tropas terrestres dentro de la ciudad de Gaza, donde calcula que se encuentran entre 2.000 y 3.000 milicianos de Hamás y que considera el “principal bastión” de este grupo islamista.
En una sesión informativa con medios extranjeros, un oficial militar israelí indicó que si bien las tropas llevan semanas operando en las afueras de la capital gazatí, anoche el Ejército profundizó sus operaciones en el centro de la ciudad.
“Residentes de Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han comenzado a destruir la infraestructura de Hamás en la ciudad de Gaza”, dijo el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichai Adrai, en un mensaje en su cuenta en la red social X. “La ciudad de Gaza se considera una zona de combate peligrosa”.
Reiteró de esta manera que permanecer en la ciudad “supone un peligro”. “Trasládese lo más rápido posible a través de la calle Rashid hacia las zonas designadas al sur de Uadi Gaza, en vehículo o a pie. Únase a más del 40 por ciento de la población que se ha mudado de la ciudad por su seguridad y la de sus seres queridos”, señaló.
Poco antes, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, informó que “Gaza está en llamas” ante los ataques del Ejército israelí. “Las FDI están atacando con mano dura la infraestructura terrorista, y los soldados de las FDI están luchando valientemente para crear las condiciones necesarias para la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás”, sostuvo.
El Ejército israelí lleva semanas lanzando bombardeos contra la ciudad de Gaza, incluida la destrucción de decenas de torres residenciales, en la antesala de su anunciada ofensiva a gran escala para intentar tomar la ciudad, para lo cual ha emitido órdenes de evacuación para el más de un millón de residentes.
La ofensiva israelí, desatada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por diversas facciones palestinas, ha dejado hasta la fecha casi 65.000 palestinos muertos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, en medio de las denuncias internacionales sobre las acciones del Ejército de Israel en el enclave, especialmente en torno al bloqueo a la entrega de ayuda.