La oposición presagia una derrota del presidente Evo Morales y, a nueve días de las elecciones en Bolivia, impulsa un “voto útil” o un “voto castigo” como estrategias para impedir que el mandatario acceda a un cuarto mandato consecutivo.
La primera opción pide concentrar el sufragio en el expresidente Carlos Mesa, único candidato que, según todos los sondeos, puede hacer frente a Morales, mientras que otro sector pone énfasis en criticar con el sufragio 13 años de despilfarro y corrupción.
Ambas ideas comenzaron a fraguarse en cabildos populares realizados en la última semana en Santa Cruz (este), La Paz (oeste) y Cochabamba (centro), las regiones más desarrolladas y pobladas del país.
La politóloga, académica y diputada de oposición, Ximena Costa, cree que luego de pasados triunfos electorales “en los que contó con el apoyo masivo de la mayoría de la población, el mandatario, hoy no lo tiene”.
“Pueden perder el poder por el voto popular, porque el pueblo boliviano así lo ha decidido (porque) no corresponde que bajo el discurso democrático quieran quedarse eternamente enroscados en el poder”, apuntó.
Un cabildo en La Paz rechazó el jueves la postulación de Morales y resolvió además desconocer un eventual triunfo del gobernante “activando los mecanismos de desobediencia civil democrática”.
“Todo lo democrático no asusta, sino enseña a valorar en su justa dimensión qué está hablando la gente (…), eso para nosotros es una enseñanza, es una cátedra política”, reaccionó el vicepresidente Álvaro García, que también busca su reelección.
Los sondeos no logran establecer si Morales triunfará en primera vuelta o irá a un balotaje, en el que podría ser derrotado por Mesa al capitalizar todo el descontento de la oposición, hoy fragmentada en ocho candidaturas.
Unos 7,8 millones de bolivianos irán el domingo 20 a las urnas para renovar presidente y vicepresidente, además de 36 senadores y 130 diputados, para el período 2020-2025.