Un hombre afroestadounidense condenado a muerte debido a un triple asesinato fue ejecutado en Texas, Estados Unidos, pese a los alegatos de su abogado quien denunció que el proceso estuvo cargado de racismo.

“Agradezco a todos. Quiero pedir perdón por lo malo que les hice. Perdónenme. Estoy listo”, señaló John Balentine antes de recibir la inyección letal, 25 años después de ser hallado culpable del asesinato de tres adolescentes blancos que dormían en la calle en la ciudad de Amarillo.

Según documentos judiciales, uno de ellos era hermano de su exnovia, quien lo había amenazado de muerte puesto que no aprobaba las relaciones interraciales. Balentine, de 54 años, nunca negó los hechos, pero Shawn Nolan, su abogado, sostuvo que fue sentenciado a la pena de muerte por prejuicios raciales durante su juicio.

Ante la Corte Suprema de Estados Unidos, recordó que el fiscal desestimó a los jurados negros y acusó a los abogados de oficio de Balentine de la época de haber “mostrado animosidad racial”.

Por su parte, Nolan señaló que el presidente del jurado, un exmilitar que había “intimidado” a los miembros del jurado para convencerlos de la pena de muerte, era racista, y consideraba peligrosas a las personas negras.

“Sabía que si los demás optaban por la vida él tenía posibilidades de ser liberado y que tendría que cazarlo”, admitió Dory England en 2021. Durante el juicio, “dejé en claro que habíamos sido elegidos para enfrentar este problema y que la pena de muerte era la única solución”, admitió.

El abogado, quien entregó documentos con evidencia para solicitar que se abriera el expediente, fue rechazado, por lo que tuvo que elevar su petición a la Corte Suprema, organismo que no intervino.

John Balentine es la sexta persona condenada a muerte que es ejecutada este año en Estados Unidos.