El exministro de Educación, Harald Beyer, expresó serias dudas sobre el diseño del nuevo sistema de Financiamiento de la Educación Superior (FES) propuesto por el Gobierno.
En entrevista con Radio Pauta, advirtió que, sin ajustes, el modelo podría generar sobrecobros y comprometer la autonomía de las universidades. Uno de los puntos críticos, según Beyer, es la decisión del Ejecutivo de evitar definir el mecanismo como un crédito, pese a que contempla un cobro contingente al ingreso y la salida de la banca.
Señaló que esta definición “responde más a una definición política que técnica”, lo que estaría generando “dificultades contables y fiscales para que el proyecto sea viable”.
Alertó sobre el impacto que el sistema podría tener en los egresados
El exministro también alertó sobre el impacto que el sistema podría tener en los egresados, especialmente por la ausencia de un límite claro en el monto a devolver. “Hay cerca de un 2% de los futuros egresados que van a pagar incluso entre 4 y 5 veces su carrera”, afirmó.
Esto se explica porque el proyecto exige un mínimo de 18 años de pago sin establecer un tope efectivo de devolución. A juicio de Beyer, “un máximo razonable sería que los estudiantes no paguen más de 1,5 veces lo recibido, lo que equivaldría a una tasa implícita cercana al 2%”.
Otro aspecto que genera preocupación es la prohibición de copago para estudiantes de los deciles 7, 8 y 9. Beyer considera que esta medida afecta directamente la sostenibilidad y autonomía de las instituciones, al impedir que puedan cubrir la diferencia entre el arancel real y el regulado.
“El gasto por estudiante en Chile ya es bajo en comparación internacional, por lo que pedirles a las instituciones que absorban ese costo es inviable”, advirtió.
Finalmente, el exministro cuestionó la falta de información fiscal sobre el proyecto. Aún no se han conocido las simulaciones solicitadas por el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), lo que, en su opinión, dificulta alcanzar un acuerdo serio.
Beyer concluyó que el proyecto podría avanzar si el Gobierno “muestra flexibilidad en los parámetros clave y claridad en los costos reales”.