Azerbaiyán y los separatistas armenios de Nagorno Karabaj aseguraron el martes que se habían causado mutuamente duras pérdidas, en el tercer día de intensos combates en este enclave, a pesar de los llamados de Estados Unidos, Rusia o Alemania para ponerles fin.
Varios líderes extranjeros, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel y el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo pidieron un alto el fuego inmediato.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne de urgencia el martes por la noche para tratar de evitar una guerra abierta entre Armenia y Azerbaiyán, que podría desestabilizar la región e implicar a Rusia y Turquía, las potencias regionales.
El Kremlin pidió el martes a Turquía que se abstenga de “echar más leña al fuego” y que trabaje por la paz en Nagorno Karabaj. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan había pedido a Armenia que ponga fin a “la ocupación de Nagorno Karabaj” y prometió que Ankara permanecería “al lado” de Bakú “por todos los medios”.
A su vez, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, agradeció el “apoyo” de países “hermanos” (Turquía y Pakistán) y dijo que “si la comunidad internacional no es capaz de detener al irresponsable dictador de Armenia, entonces Azerbaiyán lo hará” y “restablecerá su integridad territorial”.
99 MUERTOS
Desde el domingo, las fuerzas del enclave separatista de Nagorno Karabaj, apoyadas política, militar y económicamente por Armenia, y las de Azerbaiyán se enfrentan en los combates más mortíferos desde 2016.
El martes, el número oficial de muertos era de 99, incluyendo 15 civiles (diez de Azerbaiyán y cinco de Armenia). Pero ambos bandos afirman haber matado a cientos de soldados enemigos.
El ministro de Defensa de Armenia dijo el martes que los separatistas habían destruido 49 drones, cuatro helicópteros, 80 tanques, un avión militar y 82 vehículos militares azerbaiyanos desde el domingo.
Las autoridades de Nagorno Karabaj dicen que han recuperado las posiciones perdidas el día anterior, lo que Azerbaiyán niega, afirmando que hicieron nuevos progresos y destruyeron “una columna motorizada armenia y una unidad de artillería”.
A su vez, el ministerio de Defensa de Azerbaiyán aseguró que los “feroces combates” continuaron hasta el martes por la mañana y que sus fuerzas habían destruido “una columna motorizada armenia”, “una unidad de artillería” así como cuatro tanques enemigos y un vehículo blindado.
FRACASO DE LOS ESFUERZOS DE PAZ
Azerbaiyán, un país de habla turca con mayoría chiíta, exige el retorno bajo su control de Nagorno Karabaj, una provincia montañosa poblada principalmente por armenios cristianos, cuya secesión en 1991 no fue reconocida por la comunidad internacional.
Tras semanas de retórica bélica, Azerbaiyán anunció el domingo que había lanzado una importante “contraofensiva” en respuesta a una “agresión” armenia, utilizando artillería, tanques y aviones en los ataques contra la provincia, que no controla desde la caída de la Unión Soviética y una guerra que se cobró 30.000 vidas.
Rusia, Francia y Estados Unidos -los tres mediadores en el conflicto dentro del llamado Grupo de Minsk- pidieron sin éxito un alto el fuego y negociaciones.
“Ambas partes deben detener la violencia y trabajar con el Grupo de Minsk (…) para reanudar las negociaciones sustanciales lo antes posible”, dijo el martes el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, en el segundo día de una visita a Grecia.
La canciller alemana Angela Merkel dijo que “es urgente un alto el fuego inmediato y el retorno a la mesa de negociaciones” en dos conversaciones telefónicas separadas con los líderes de Azerbaiyán y Armenia.
Armenia y Nagorno Karabaj acusan a Ankara de suministrar armas, “especialistas militares”, pilotos de drones y aeronaves a Bakú, lo que Azerbaiyán niega.
Rusia mantiene buenas relaciones con los dos beligerantes y quiere ser el árbitro regional. Sin embargo, sigue estando más cerca de Armenia, que pertenece a una alianza militar dominada por Moscú.
Todos los esfuerzos de mediación desde hace casi 30 años han fracasado para resolver este conflicto y Nagorno Karabaj se ve regularmente sacudido por brotes de violencia.
Ambos estados declararon la ley marcial el domingo y Armenia declaró la movilización general. Azerbaiyán ha impuesto un toque de queda en parte del país, incluida su capital.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió “la protección de la población civil” y “evitar daños a las infraestructuras civiles críticas”.
Una reunión de emergencia a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto se celebrará este martes.