Luego de que este martes se informara que el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago declaró admisible la querella contra el Gobierno presentada por el diputado del Partido Republicano, Juan Irarrázaval, por supuesta malversación de caudales públicos, el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, respondió diciendo que se trata de un “show triste”.

El diputado republicano explicó que recibió una información sobre “la compra por parte del Gobierno de las copias del proyecto de la Convención”, de forma aparentemente “irregular”. Por lo que a su juicio “se configuran los elementos para el delito de malversación de fondos públicos”.

Irarrázaval manifestó que “se gastó un dinero en la impresión de estos libros que, por ley, estaba prohibida; se hizo en un ítem contable de la Convención que ya había caducado; fue realizado con una urgencia que no era tal porque el plazo de la Convención era de público conocimiento y se hizo a un proveedor de manera directa sin ninguna licitación de por medio”.

En este contexto, el ministro de la Segpres respondió a los dichos, comenzando por aclarar que “esto no es algo que Fiscalía abra de oficio, sino que a solicitud de un parlamentario de oposición”.

“En este caso, esta querella presentada por el diputado republicano no solo nos parece que es un show triste en términos políticos, sino que constituye evidentemente una instrumentalización tanto de tribunales de Justicia, como también del Ministerio Público, con evidentes fines electorales”, añadió el secretario de Estado.

Asimismo, quiso recalcar que esto significa una irresponsabilidad “en momentos donde tanto tribunales como la Fiscalía se ven sobrepasados haciendo mucho trabajo para poder perseguir el delito, y que, en este contexto, un parlamentario acuda a estas instancias a sabiendas de que acá no hay ningún hecho que haya faltado a la legalidad”.

Jackson subrayó que “desde la Segpres vamos a prestar absolutamente toda la colaboración a la causa para que se esclarezca, ojalá lo antes posible y quede manifiesto que esto ha sido un show triste con fines electorales evidentes”.

Finalmente, el ministro descartó “de manera tajante y completa” un delito de malversación de caudales públicos.