Los nuevos aranceles decretados por Donald Trump a las importaciones de Estados Unidos desde docenas de países entraron en vigor el jueves, en el último capítulo de sus esfuerzos por remodelar el comercio global.
Los productos chilenos quedarán sujetos a un impuesto del 10%, que corresponde a la tarifa base impuesta a sus socios comerciales. Pero aún quedan muchas preguntas sin responder acerca de los “riesgos y oportunidades” que significan para Chile los aranceles del 50% para Brasil.
DETALLES DE LOS ARANCELES
La medida anunciada el 1 de agosto afecta a 66 países, Taiwán y las Islas Malvinas. Se trata de una versión revisada de los llamados “aranceles recíprocos”, establecidos inicialmente el 2 de abril, que contemplan impuestos de hasta el 50% sobre bienes de naciones con superávit comercial frente a EEUU y una tasa base del 10% para casi todos los demás.
Esta decisión motivó ventas masivas en los mercados financieros, lo que llevó a Trump a conceder una prórroga para las negociaciones. El presidente invocó una ley de 1977 para declarar el déficit comercial como emergencia nacional y eludir así al Congreso, aunque la medida ha sido impugnada judicialmente.
Para mantener el acceso al gran mercado estadounidense, varios socios alcanzaron acuerdos: Reino Unido aceptó una tasa del 10%, mientras que la Unión Europea, Corea del Sur y Japón fijaron la suya en el 15%. La mayoría de las exportaciones de cobre refinado no se verán afectadas por el gravamen del 50%, por lo que Chile queda exento de este último.
África y Asia, en su mayoría, enfrentarán tarifas menores a las previstas en abril; Tailandia, Pakistán, Corea del Sur, Vietnam, Indonesia y Filipinas acordaron aranceles en torno al 20%. Indonesia, por ejemplo, ve en su arancel del 19% “una ventaja frente a los exportadores de otras naciones”, según Fithra Faisal Hastiadi, vice de la oficina presidencial.
SITUACIÓN PARA CHINA E INDIA
Trump aún no ha confirmado si extenderá hasta el 12 de agosto el plazo para un acuerdo con China que evite aranceles de hasta el 245%. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, indicó que se baraja postergar 90 días la implementación de un 50% sobre la mayoría de productos chinos, incluyendo tasas adicionales por comercio ilícito de fentanilo.
Mientras, el aumento de impuestos a pequeños envíos ha golpeado a las fábricas pequeñas, acelerando despidos y dejando a unos 200 millones de trabajadores dependiendo de el “trabajo flexible” para subsistir. India, por su parte, sufrió una orden ejecutiva que eleva al 50% los aranceles por su compra de petróleo ruso; “Absorber ese repentino aumento de costos simplemente es inviable. Los márgenes ya son escasos”, advirtió S.C. Ralhan, de la Federación de Organizaciones de Exportación de India.
CANADÁ Y MÉXICO TIENEN SUS PROPIOS PACTOS
Los productos cubiertos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) están exentos de los nuevos gravámenes. Aunque inicialmente se mencionó un arancel del 35% para Canadá, el 100% de sus exportaciones de energía y el 95% de las demás cumplen con las reglas regionales que garantizan trato preferencial. México, en cambio, vio reducida su tarifa del 30% al 25% durante un período de 90 días para negociar puntos pendientes.
PERSPECTIVAS PARA LAS EMPRESAS
Las encuestas a responsables de fábricas revelan un deterioro en los indicadores globales de manufactura, con contracción de la producción en Japón y caída de pedidos después de la prórroga para evitar alzas arancelarias.
Sin embargo, los sectores de servicios muestran más resistencia, impulsados por la demanda interna y el repunte del turismo en Asia. Empresas como Honda estiman un impacto de unos 3 000 millones de dólares, mientras Toyota reportó una caída del 37% en beneficios trimestrales atribuida a los nuevos aranceles.
