“Con respecto a las tarifas, hay una decisión que ya está establecida”, afirmó este viernes la ministra de Transportes, Gloria Hutt, cerrando la puerta a una eventual rebaja del pasaje del metro, cuya alza desencadenó evasiones masivas y destrozos en varias estaciones.
La autoridad sostuvo que ésta “no es una discusión que tenga que surgir del nivel de violencia que hemos visto” con la agresión al personal de seguridad de la empresa y daños a torniquetes, validadores y ornamentación de las estaciones.
“No puede ser que un grupo que no llega a ser el 0,1% de los tres millones de viajes (diarios que se realizan), esté causando molestias y esté obligando a las personas a asumir los costos de su irresponsabilidad y de la violencia con que están actuando”, acotó la secretaria de Estado.
Requerida por la eventual invocación de la Ley de Seguridad del Estado contra los responsables de los desmanes que han ido en escalada, la autoridad indicó que “está en discusión”.
Por ello, enfatizó que “nuestro llamado tiene que ver con la forma en que se está afectando al sistema y cómo esta violencia está dañando a las personas”, añadiendo que “existen formas de manifestarse sin llegar a la destrucción que hemos visto en estos días”.
Consultada sobre el despliegue de contingente de Carabineros en la red de metro y si acaso no resulta excesivo, la titular de Transportes respondió que “cuando tenemos el nivel de violencia que estamos viendo, nuestro deber es proteger la seguridad y la integridad de los viajeros”.
En cuanto al uso de gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de orden al interior de las estaciones, sostuvo que ellos actúan conforme al escenario que se presenta, al tiempo que indicó que “van a seguir allí mientras la seguridad siga amenazada por los niveles de violencia que vemos”.
Por último, Gloria Hutt reiteró su llamado al respeto de parte de quienes han propiciado las protestas y señaló a quienes las avalan que “cuando se respalda la violencia, a mi juicio, pierde valor la declaración y el llamado”.
A su turno, el presidente ejecutivo de Metro, Louis de Grange, señaló que “los costos de esta violencia la estimamos entre los $400 millones y $500 millones”. Recordó a la ciudadanía y a los usuarios molestos que no hay otro país en Latinoamérica en que la tarifa que se paga esté integrada y sirva para dos trasbordos en el plazo de dos horas que rige actualmente.