Según informaron este miércoles medios locales, el pequeño que vive en la localidad de Zetel, a orillas del mar del Norte, decidió el martes marcar el número de emergencias de la policía para dejar constancia de los obsequios que a su juicio faltaban bajo su árbol de Navidad.
Completamente fuera de sí, el infante explicó a los agentes que no recibió ninguno de los regalos que había pedido al Viejo Pascuero, aunque no estaba claro cuáles eran esos obsequios que esperaba encontrarse.
“Los oficiales llegaron y encontraron al niño muy enojado”, explicó un portavoz de la policía local, citado por el diario Nordwest Zeitung.
Los efectivos a cargo del procedimiento aprovecharon una jornada muy tranquila y decidieron jugar el juego del niño: examinaron la lista inicial, la compararon con los regalos que habían llegado y recurrieron a la mediación familiar.
Al final lograron solucionar el conflicto explicándole al niño que Papá Noel probablemente confundió su lista con la de otro niño.