El día anterior, el cura de 64 años confesó delante de sus feligreses. “Me dejé atrapar por estafadores en internet. Me dejé convencer para transferirles dinero varias veces”, confesó durante una misa.
Según el obispado de Magdeburgo, ubicado en la antigua RDA a menos de 200 km de Berlín, el cura mismo se denunció a la policía y al obispo de la región, Gerhard Feige.
Ahora, tendrá que devolver la totalidad del dinero robado y perdido y “sufrir las consecuencias del derecho de Estado y de Iglesia”, indicó Feige el pasado domingo.
El sacerdote fue relevado de sus funciones dentro de la junta directiva de la parroquia. Otras sanciones disciplinarias podrían seguir, según el obispado.