Como un milagro se ha descrito un insólito hecho ocurrido recientemente en Perú, después de que un niño de apenas dos años sobreviviera luego de tragarse accidentalmente ocho agujas para inyectar ganado. 

La situación sucedió cuando la madre del menor, Narly Olórtegui Pisco, lo llevó a su trabajo en una granja en la provincia de Mariscal Cáceres, debido a que no tenía a nadie con quien dejar al niño. 

Según el medio TVazteca, el pequeño fue trasladado a un hospital donde fue sometido a una delicada operación de urgencia, pues de acuerdo a lo informado por el cirujano Efraín Salazar Tito, las agujas estaban ubicadas en distintas zonas del abdomen del menor, y algunas de ellas se encontraban en posiciones peligrosas.

“Estaban cortadas en su parte distal y encontramos dos en el peritoneo del lado derecho, otra que entró en el epiplón (un tejido ubicado en la cavidad abdominal), tres en el lado izquierdo, son cinco. Uno en la pared abdominal, son seis, y dos estaban peligrosamente abajo entre la vejiga y el recto”, detalló el equipo médico, en lo consignado por el citado medio. 

Por su parte, el niño se está recuperando rápidamente de la cirugía y permanece internado en el hospital. 

La madre del pequeño, además de agradecer al cuerpo médico, explicó que el incidente podría haber ocurrido “mientras (su hijo) estaba jugando”. 

“Cuando las encontró tiradas (las agujas) de repente se las tragó, porque a veces voy a la finca, a veces también voy como ayudante porque soy madre y padre para mis hijos”, manifestó. 

Cabe destacar que las autoridades locales iniciaron una investigación sobre el caso, ante las sospechas de un eventual maltrato, pero de momento, no han entregado mayores detalles al respecto.