La noticia que se materializó con la firma del texto legal al que se le dará suma urgencia en su tramitación en el Congreso Nacional, generó el aplauso espontáneo de los asistentes a la ceremonia en el Salón Montt Varas, entre los que se encontraban el emocionado denunciante del caso Karadima, James Hamilton y parlamentarios promotores de la moción que modifica los plazos de prescripción para estos delitos.
“Todo sabemos que a los niños que son abusados sexualmente en su temprana edad, les cuesta años, a veces décadas, y a veces nunca lo logran, poder asimilar, enfrentar y ojalá algún día superar las consecuencias, las huellas, el dolor que deja el abuso sexual y, desagraciadamente, en algunos casos ese tiempo de cicatrización termina beneficiando a los agresores y dejando sus crímenes sin castigo por haberse cumplido los plazos que nuestra ley establece para la prescripción”, explicó el gobernante.
Actualmente la normativa establece 5 años para ejercer acciones legales por estos ilícitos y 10 años para los crímenes, plazos que –sostuvo el Jefe de Estado- “son absolutamente insuficientes” para el proceso que implica asumir lo vivido y tomar la decisión de denunciar al agresor.
Piñera aprovechó la instancia para reforzar las propuestas que ya había anunciado en su primer día de mandato como reemplazar el actual Sename por dos nuevos servicios públicos, uno de rehabilitación para jóvenes y adolescentes infractores de la ley, y otro para hacerse cargo de los jóvenes vulnerables y vulnerados.
Asimismo, anunció que en este mes se deberá anunciar la nueva Ley de Adopciones. En ese sentido, indicó que se fortalecerán y revisarán de una manera más minuciosa la selección de familias. Esto también a raíz de los cuestionamientos de la muerte de la pequeña Ámbar.
“Reemplazaremos los Cread por residencias familiares que no tengan más de 15 niños”, añadió, recordando que en estos recintos murió la pequeña Lissette Villa, cuyo caso fue uno de los impulsores de las reformas al tema.
“No hay atentado más miserable, más cobarde contra la vida, la inocencia de nuestros niños que los abusos sexuales, porque no solamente hieren su cuerpo, dejan profundas heridas en su alma y también dolorosas huellas que no sólo marcan su vida para siempre, sino que también la de sus familias, la de sus amigos y la de la sociedad entera” que aún está al debe, concluyó.