“Vladimir Putin está empeñado en minar a las democracias en el mundo, no se engañen. Debemos ser muy francos en esto”, dijo el encargado de la diplomacia estadounidense al hablar ante un grupo de jóvenes y estudiantes de periodismo en Bratislava, la capital eslovaca.
En su discurso también advirtió a los eslovacos sobre “la necesidad de protegerse de los esfuerzos económicos y de otro tipo por parte de China para crear dependencia y manipular el sistema político que ustedes poseen”.
Pompeo llegó a ese país en la segunda escala de su breve gira por varios países de Europa Central, en un abierto intento de frenar la creciente influencia de Rusia y China en la región.
Hace “demasiado tiempo que Estados Unidos no ha estado profundamente comprometido aquí”, le dijo Pompeo al presidente Andrej Kiska, en alusión a la primera visita de un secretario de estado de Estados Unidos en el país desde hace 14 años.
También se reunió con cinco exprisioneros políticos ante el memorial llamado Puerta de la Libertad, en la frontera con Austria, donde 400 personas murieron entre 1945 y 1989 en sus intentos de pasar al otro lado del llamado Telón de Acero.
“Ahí donde habían alambradas y guardias armados, la gente, los bienes y las informaciones se cruzan libremente hoy en día”, destacó.
Estados Unidos tiene en la mira la dependencia energética de los países europeos respecto a Rusia.
El lunes, en Hungría, uno de los Estados más prorrusos de la UE, Pompeo transmitió al primer ministro Viktor Orban su preocupación sobre el rápido desarrollo de las relaciones políticas y económicas del país con Moscú y Pekín.
Asimismo hizo referencia al reciente acuerdo con el gigante chino de telecomunicaciones Huawei para la 5G en Hungría.
Varios países occidentales han tomando medidas contra la compañía china a la que acusan de espionaje y de ser una amenaza para la seguridad.
Según un alto responsable estadounidense, Pompeo llegó a Eslovaquia con una propuesta que ya ha formulado a otros países.
“El objetivo general que pueden ver en Europa central es análogo al de nuestra estrategia en Asía-Pacífico”, explicó este responsable.
“Se trata de subrayar, en ámbitos vulnerables donde nuestros rivales, chinos y rusos, ganan terreno, que nosotros queremos aumentar nuestro compromiso diplomático, militar y cultural”.