El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró este jueves que el avión en el que se estrelló el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, no fue derribado y afirmó que en su interior se encontraron restos de granadas en los cuerpos de los ocupantes y sugirió que fueron ellos mismos los causantes de la tragedia.
“En los cuerpos de los muertos en la catástrofe aérea se encontraron fragmentos de granadas de mano. No hubo factores externos, eso es un hecho ya confirmado, resultado de los análisis realizados por el Comité de Instrucción de Rusia”, dijo Putin en su intervención en el Club de Debate Valdái que se celebra en el balneario de Sochi (mar Negro).
“Quieren; y si quieren significa que tomarán parte en acciones militares”, dijo, y afirmó que en Rusia por ley no existen las compañías militares privadas.
Además aseguró que ese nombre se lo puso la prensa a Wagner, que recibía financiamiento estatal.
Recientemente Putin se reunió en el Kremlin con el excomandante de Wagner Andréi Troshev, con el que abordó la creación de “unidades de voluntarios” en el Ministerio de Defensa.
Al día siguiente del siniestro, Putin calificó el suceso de “catástrofe aérea”, aludió a los “errores” cometidos por Prigozhin, en alusión a la fallida rebelión armada que protagonizó dos meses antes, y prometió que la investigación llegaría “hasta el final” para esclarecer lo ocurrido.
El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, quien descartó la posibilidad de la participación de instituciones internacionales en la investigación, ha negado categóricamente que el jefe del Kremlin diera la orden de liquidar al líder del Grupo Wagner, cuyas funciones serían ahora ejercidas por otras compañías privadas adscritas al Ministerio de Defensa y por la Guardia Nacional.