El seleccionador italiano, Roberto Mancini, hizo un llamado a la Serie A para tomar medidas severas contra el racismo, tras los insultos “inaceptables” de los que fue víctima el internacional italiano Moise Kean, de la Juventus, en Cagliari.
“No podemos aceptar eso, debemos actuar con determinación. Los comportamientos racistas deben ser estigmatizados“, declaró Mancini a la prensa tras recibir el Premio Enzo Bearzot, entregado cada año a un entrenador italiano.
“Debemos vigilar para que no se reproduzca. La actitud contra Kean fue inaceptable”, añadió.
Kean, y sus compañeros Blaise Matuidi y Alex Sandro, fueron víctimas de gritos de mono en Cerdeña, el martes en el partido Juventus-Cagliari.
La intensidad subió tras la celebración de Kean en el gol del 2-0 a favor de su equipo, donde el joven de 19 años, se puso delante de esos aficionados del Cagliari, lo que hizo decir a su compañero Leonardo Bonucci que “la culpa” estaba “compartida al 50%”.
“Me parece que las palabras de Bonucci fueron mal interpretadas y fueron explicadas por él mismo”, estimó Mancini.
Pero según el seleccionador, la polémica que rodeó a las palabras de Bonucci, que habían provocado el enfado de Mario Balotelli, no debe en ningún caso eclipsar el verdadero problema de los abusos racistas cometidos por los aficionados de Cagliari.
“Parecería que ahora todo lo que importa es la controversia entre Bonucci y Balotelli, en lugar de lo que pasó en ese partido”, lamentó Mancini.
“No podemos aceptar eso, debemos actuar con determinación. Los comportamientos racistas deben ser estigmatizados“, declaró Mancini a la prensa tras recibir el Premio Enzo Bearzot, entregado cada año a un entrenador italiano.
“Debemos vigilar para que no se reproduzca. La actitud contra Kean fue inaceptable”, añadió.
Kean, y sus compañeros Blaise Matuidi y Alex Sandro, fueron víctimas de gritos de mono en Cerdeña, el martes en el partido Juventus-Cagliari.
La intensidad subió tras la celebración de Kean en el gol del 2-0 a favor de su equipo, donde el joven de 19 años, se puso delante de esos aficionados del Cagliari, lo que hizo decir a su compañero Leonardo Bonucci que “la culpa” estaba “compartida al 50%”.
“Me parece que las palabras de Bonucci fueron mal interpretadas y fueron explicadas por él mismo”, estimó Mancini.
Pero según el seleccionador, la polémica que rodeó a las palabras de Bonucci, que habían provocado el enfado de Mario Balotelli, no debe en ningún caso eclipsar el verdadero problema de los abusos racistas cometidos por los aficionados de Cagliari.
“Parecería que ahora todo lo que importa es la controversia entre Bonucci y Balotelli, en lugar de lo que pasó en ese partido”, lamentó Mancini.