En 2012 fue mundialmente conocida la pésima restauración que sufrió la pintura “Ecce Homo” de Borja (localidad española), realizada por una aficionada al arte, hecho que fue objeto de múltiples bromas. Ahora, nuevamente en España, se repitió la historia con la obra “Inmaculada de Soult” pintada por el artista hispano Bartolomé Esteban Murillo en 1678.
El óleo estaba en poder de un coleccionista de Valencia que tomó la decisión de darle una “manito de gato” y le pidió la labor a un restaurador… de muebles.
Como era de esperar, el fruto no fue lo esperado por el propietario de la pintura, quien al ver desfigurada la obra obligó al restaurador a arreglar el evidente error. El trabajador realizó una segunda intervención y la verdad que la “Inmaculada de Soult” quedó peor.
Las imágenes de las restauraciones rápidamente se hicieron virales a través de las redes sociales.
Se informó que el dueño de la pintura, cuya identidad no ha sido dada a conocer, finalmente se puso en contacto con un especialista en restauraciones de obras, para ver si puede recuperar el cuadro.
