Con 25 votos a favor (los mínimos), 14 en contra y una abstención, la Sala del Senado aprobó este miércoles en general la reforma que propone reponer el voto obligatorio.

Ahora la iniciativa pasará a ser discutida en la Comisión de Constitución de la Cámara, donde se estableció el 7 de octubre como plazo para presentar indicaciones.

El proyecto atraviesa su segundo trámite constitucional y su impulsora, la diputada Joanna Pérez (PPD), apuesta para que se empiece a aplicar en las elecciones del próximo 21 de noviembre.

Durante la discusión, la presidenta del Senado, Ximena Rincón (DC), señaló en su intervención: “Como soy convencida de que al voto hay que darle doble carácter, voto a favor de la restitución de la obligatoriedad”. En la misma línea, su antecesora en la testera y actual candidata presidencial, la senadora Yasna Provoste (DC), señaló: “Voto a favor porque quiero más democracia y a las grandes mayorías decidiendo”.

Mientras el senador Alejandro García Huidobro (UDI) indicó que “este proyecto no va en el camino correcto, creo que en la libertad de las personas con los incentivos suficientes”.

Una de las principales complicaciones de la propuesta tiene relación con el sistema de desinscripción voluntaria del registro electoral. Además, el pasado 31 de agosto, la Cámara de Diputados resolvió rechazar una moción que incorporaba dicha posibilidad hasta 140 días antes de las elecciones, por lo que la idea quedó archivada y no podrá ser retomada hasta que pase un año.

Asimismo, tampoco hay claridad sobre las sanciones o multas a las que se expondrían quienes no vayan a votar.

Recordemos que el voto dejó de ser obligatorio el 31 de enero de 2012. Desde entonces, los parlamentarios que apoyan su restitución acusan la baja participación en las últimas elecciones, que llegó a un un 51% en la segunda vuelta presidencial en 2017.

En concreto, el proyecto sustituye la palabra “voluntario” por “obligatorio” en la ley electoral y establece que las primarias serán siempre voluntarias.